El juego que siempre estuvo allí

En toda ludoteca hay, al menos, un juego que nunca sale a la mesa.
Pero tampoco nos desprendemos de él.
Sencillamente nos observa, paciente, esperando su turno.
Es “el juego que siempre estuvo allí”.

Y los nuestros son:

Para Álvaro, Desde la abadía, es juego estrella que le encanta pero no saca a maesa es Fórmula D. Y también arremete contra la nueva versión de megalujo de Puerto Rico.

Carlos, en La balda del Senesca,l el juego Diez negritos sigue en su balda poro como recordatorio del tipo de compras que debe evitar.

Vilvoh, en Dios juega a los dados, sigue buscando dos juegos que sabe que tiene pero no sabe dónde: Famous 500 y Famous Forehand.

Rafa, en El rincón de Palafox, confiesa que Juego de Tronos ocupa espacio en su ludoteca pero no se atreve a desprenderse de él.

Adolfo, Cosecha del 66, nos lleva a Casablanca y a un cajón lleno de juegos.

Y cerrando el círculo, Amandil en su celebérrima y prescindible Última reseña, nos habla de The Siege of Jesusalem.

Canela fina.