Julio Bárbaro Radio Delta 12/05

Con Julio Bárbaro, que está ya en línea con nosotros. Julio, muchísimas gracias por atendernos acá. Maxi, te saluda.

Gracias a vos, Maxi. ¿Cómo estás? Muy bien. Quiero mirar con vos, que sos ahí un especialista en peronismo de toda la vida, porque básicamente tenés toda una vida atrás, que deja esta lección, la del pasado fin de semana, sobre todo en provincias del norte, que antes eran como una especie de bastión peronista, y hoy ha tenido una participación bastante menor.

Bueno, el kirchnerismo fue una enfermedad, un virus, que fue enfermando al peronismo.

Vos fijate que nos sacó de Jujuy, nos sacó de Corrientes, nos sacó del Chaco, nos sacó de Córdoba.

En Córdoba, si pisaban, nos eliminaban. No lo dejaron y vivieron. De Santa Fe nos eliminó.

Es un virus que quedó reducido a Cristina en la provincia de Buenos Aires. Cristina que perdió Santa Cruz.

O sea, el peronismo es una etapa de la conciencia histórica que degradó primero el compañero Menem, que lo destruyó, vendió lo que el perón había comprado, ¿viste? O sea, privatizar es básicamente robarlo de todos para dárselo a un grupo, y a ser dependiente de un pueblo, obviamente.

Y después vino Cristina, que es esta destrucción que vos me estabas preguntando y se vio ayer, claro, ni figuraba.

Bueno, mandó a intervenir el PJ de Salta y muy bien nos salió esa experiencia.

Vos leíste El Principito, ¿te acordás? Te ordeno que te pares, no me pares, bueno, te ordeno que no te pares.

Pero es Cristina, es la nada misma.

Ella insiste en que la culpa es de los gobernadores que desdoblaron elecciones.

Sí, sí, sí. La culpa es del otro, es la frase central de un fracasado. Un hombre responsable dice la culpa mía es esta.

¿Qué va a pasar en las elecciones nacionales? Sé que es difícil extrapolar en función de esto. Acá se vio una participación muy menor.

Digamos, si sacamos de encima a Cristina, vamos a empezar a renacer.

Porque Cristina es los Capitanich, esos seres oscuros, nefastos, que se van a la derrota a una provincia y después se presentan de nuevo para ver si digan algo. Eso es lo que tenemos que eliminar.

Y me parece que, además yo afirmo, Capitanich lo conozco mucho como personaje.

Entonces, ¿qué va a pasar? Va a pasar que cuando terminen de desaparecer estos oscuros, vendrá una generación digna que nos devolverá la idea de patriotismo, que es el nervio del peronismo.

¿Qué ves en el corto plazo? Porque para pegar la vuelta hay que casi reconstruir todo.

¿Se verá una política más termo? Viste que hoy se habla de esto, del sos termo, termo, termo, como el fan en los dos extremos del arco político.

Es triste, ¿no? Porque uno entre los kirchneristas y los milleristas tira la moneda y cae de canto.

Uno no sabe qué elegir, obviamente. La política es aquello que le devuelve a una sociedad el destino.

Y el destino nunca está en un borde, en una secta. Está en el medio, está en la unidad.

Y entonces me parece que básicamente va a renacer la política.

Yo digo siempre, ni la prostitución mató al amor, ni la corrupción va a matar a la política.

Porque son centrales al ser humano.

¿Cómo lo ves a Mauricio Macri en este momento? Lo veo golpeadito, Macri lo veo golpeadito.

Yo recuerdo haber hablado con él, era bastante amigo, yo voté a Macri contra Scioli.

Me gritó medio peronismo, pero yo tenía razón, Scioli era peor.

Y iba en nombre del peronismo.

Macri me acuerdo que lo fui a ver para pedirle que no expulse de su lado a Monzó y a Mazón.

Y le dije una frase que nunca olvido, le dije, Mirá, si vos tenés cinco Rasputines, el jefe sos vos.

Si tenés a un solo Rasputín, como a Marcos Peña, el jefe es él.