Julio, testigo del cielo y la historia

Sí, gracias y un saludo.

Conocí a Julio por esas coincidencias que sólo el destino sabe tejer.

Fue a través de mi esposo, cuyo padre compartía amistad y vuelos con él.

Gracias a Radio Rebelde, ese encuentro con el hijo de su viejo amigo se hizo realidad.

Las historias de Julio como pilotos son tan extraordinarias como escucharlo narrarlas en persona.

Su voz transmite la emoción intacta de cada vivencia en el aire, como si el tiempo no hubiera pasado.

Hoy, tras perder la vista por el desgaste natural de su profesión, Julio ha encontrado en nuestra emisora una compañía fiel.

Escucha con pasión cada programa, cada palabra, cada recuerdo que lo conecta con su historia.

Voy a hacer un relato que es muy importante con motivo de conmemorarse el 66 aniversario de la pérdida del comandante Camilo Cienfuegos Gorrearán.

Reitero las siguientes declaraciones.

Primero, estoy vivo.

Tengo 87 años, vivo en el municipio Plaza de la Revolución y doy fe de que todo lo que he dicho durante todos estos años y lo que voy a decir ahora es solamente la verdad y no me ata ningún compromiso con nadie que no sea con la verdad.

Comenzó en el mismo año 59 siendo yo asistente personal del comandante Juan Almeida Bosque, jefe de la Fuerza Aérea por sustitución de Pedro Luis Díaz-Lan por orden expresa del comandante.

Fui a la base aérea Ignacio Agramonte en Camagüey a cumplir como jefe de operaciones y pagador de esa base, una base en tránsito y llevaba órdenes expresas.

Eso fue en el mes de septiembre, a mediados del mes de septiembre.

El día 21 de octubre, en horas de la madrugada, recibí una llamada que me decía que iban a aterrizar en ese aeropuerto tres aviones de la Fuerza Aérea que los atendían.

Me dediqué a esperarlo y efectivamente llegaron dos C-47 y un C-46 de la Fuerza Aérea con tropas al mando del comandante Cristino Naranjo.

Estas tropas se montaron en camiones y fueron a rodear el segundo distrito militar.

Fidel y Camilo se encontraban en Camagüey y en horas de la mañana Fidel iba a ir marchando al frente con el pueblo en manifestación a apresar al traidor ubermafio.

Del cual ya se había venido trabajando su traición.

Camilo, como siempre, se anticipó y en el domicilio personal de ubermatos, el traidor lo apresó, lo llevó a la oficina de la comandancia y allí terminó de apresar a todos los que estaban complotados en la traición de querer derrotar el gobierno reinante en ese momento.

Fueron apresados todos y en horas de la tarde, ese mismo día 21 de octubre, en los mismos aviones que llegaron con las tropas, fueron remitidos presos todos y desarmado el complot para La Habana.

El día 26 del propio mes de octubre en La Habana, Camilo y Fidel dieron una alocución al pueblo donde precisamente se fundaron las milicias nacionales y ahí fue donde Camilo, inclusive en un discurso ardiente que todavía vive en mi mente y en mis oídos, hizo alocución de un pequeño fragmento de un poema a mi bandera de Bonifacio Virne.

Y de fecha inmenudos pedazos se llega a ver mi bandera algún día.

Nuestros muertos alzando los brazos las sabrán defender todavía.

Dos días después, el día 28, en horas de la mañana, recibí el vuelo Cessna piloteado por el primer teniente Luciano Fariña, un Cessna bimotor de la Fuerza Aérea a bordo de este avión iba el comandante Camilo Cienfuegos, su ayudante personal, escorta y chofer, el sargento Félix Rodríguez.

Y además viajaba el capitán Zenén Casas Regueiro, que continuaría en el mismo avión, en el mismo vuelo hacia Santiago con órdenes expresas para el comandante Raúl Castro, que en ese momento era el jefe del Ejército Oriental.

Este avión despegó de Camagüey para Santiago, estuvo en Santiago y regresó alrededor de las cinco de la tarde.

Camilo, después de terminar todo el trabajo que iba a hacer en Camagüey en el segundo distrito, algo antes de las cinco de la tarde, llegó al aeropuerto de Camagüey de nuevo con las mismas personas que lo habían recibido. El comandante Arsenio García, que era el jefe de la policía, el capitán Jorge Enrique Mendoza Reboredo y otros dirigentes de la provincia de Camagüey, lo recibieron por la mañana y lo despidieron por la tarde.

En el aeropuerto de Camagüey Civil se despidieron de Camilo y Camilo salió a la pista junto con sus choferes corta y conmigo a esperar que camine.