El Justo Juicio de Dios - Parte 3 - Romanos 2:6-10

Buenos días, hermanos, buenos días. Bienvenidos todos. Muy bien, hermanos, pues bienvenidos todos. Me da mucho gusto verlos y estar juntos. Pues vamos a continuar esta mañana en el estudio del justo juicio de Dios. Es la parte 3 de esta porción que estamos estudiando y quisiera que me acompañas a Romanos capítulo 2, versículos 6. El día de hoy vamos a cubrir del versículo 6 al versículo 10. Romanos 2, 6 al 10. Y te recuerdo un poco, estamos estudiando los principios por los cuales Dios va a juzgar al hombre. Hemos visto hasta el día de hoy tres. Este sería ya el cuarto principio por el que Dios va a juzgar a los hombres. Recordemos que Dios va a traer juicio a aquellos que detienen la verdad, que con injusticia detienen la verdad y que han decidido rechazar a Dios. Y entonces aquí vamos a encontrar este cuarto principio que vamos a leerlo en el versículo 6.

Dice el cual pagará a cada uno conforme a sus obras, vida eterna a los que perseveran en hacer bien, en bien hacer, perdón, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia, tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno al judío primeramente y también al griego. Vamos a orar. Gracias bendito Dios y después de alabarte, después de presentarte ser en nuestra devoción, con nuestras voces, nuestra adoración, ahora queremos ser instruidos por tu palabra, ser instruidos Señor a través de lo que dice aquí tu escritura sobre nuestras obras, sobre nuestro comportamiento, sobre las acciones que hacemos, que tú también las tomas en cuenta, que tú las miras.

Señor ayúdanos, ayúdanos a poder mirar nuestras obras como algo que te agrada o que algo que te desagrada Señor y que podamos entenderlo a la luz de la Biblia, que es lo que tú quieres para nosotros Señor. Por favor guíanos, háblanos a cada uno, instruyenos por medio de tu escritura. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. Bien hermanos, esta porción de la escritura habla acerca de las acciones de las personas, de las llamadas obras, aquí son llamadas las obras. Esto es lo que hacemos, lo que todos y cada uno de nosotros hacemos en el día a día y nos habla acerca de dos destinos dependiendo del comportamiento de las personas. Aquí habla acerca de la recompensa a los que hacen el bien y castigo a los que hacen el mal.

Y aquí creo que vale la pena preguntarnos si en realidad a Dios le interesan las obras. ¿Crees que en realidad a Dios le interesa lo que hacemos? O sea, ¿crees que realmente Dios está interesado en lo que tú haces cada día? ¿Acaso Dios solamente evalúa las obras de los incrédulos y las obras de los creyentes pues las deja a un lado y tal vez ya no está tan atento acerca de lo que nosotros hacemos? ¿Como que verá peor las obras de los incrédulos? Y cuando los cristianos pecamos, ¿como que ya no hay problema acaso? Hay una gran realidad que todos debemos de saber. Y esta realidad es al mismo tiempo impactante y aterradora porque todos los hombres seremos juzgados, escúchalo, todos seremos juzgados según nuestras acciones, según nuestras obras, todos seremos juzgados según nuestro comportamiento. Y este juicio por obras no es algo que aparece en el Nuevo Testamento, sino que es algo que es enseñado a lo largo de todas las Escrituras. Mira, quiero que lo vayamos entendiendo poco a poco.

Vayamos al Salmo 62. Aquí el Rey David escribió este Salmo y fíjate lo que dice, Salmo 62 versículo 11. Una vez habló Dios, dos veces he oído esto, que de Dios es el poder y tuya oh Señor es la misericordia, porque tú pagas a cada uno conforme a su obra. Lo mismo dijo Dios al profeta Isaías y le dijo que él declarara lo siguiente, fíjate en Isaías 3, versículo 10.

Decida el justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. Hay del limpio, mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado. Entonces vamos viendo como la Escritura enseña que cada quien recibirá el pago conforme a qué? Sus obras, sus acciones, su conducta, su comportamiento, verdad? Ahora de una manera muy clara y directa Dios también le habló al profeta Jeremías y quiero que vayas ahí a Jeremías 17, versículo 10. Jeremías 17, 10. Dice yo Jehová que escudriño la mente, que pruebo el corazón para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Es decir, bueno, ese es el anuncio.