"La Educación Prohibida" y "La Salud bajo Control". Hablamos con Juan Vautista

Entonces decidimos que la uno, que es la que han visto todos ustedes, creo que todos, ¿no? Decidimos que la uno sea mostrarle al ciudadano de a pie cómo funciona y cómo es, cómo se articula la ingeniería del sistema de salud.

Desde cómo es educado un médico, desde cómo se prostituye un científico, cómo funciona el medio de comunicación, que la gente pudiera no entender, comprender, comprender que la industria farmacéutica y la alimenticia son lo mismo y que funcionan en un triángulo, un triángulo manejado desde arriba, pero es un triángulo junto con el Estado, porque el Estado es cómplice y son los tres juntos que están funcionando.

Obviamente que hay más factores y hay más elementos, pero son los tres principales.

La gente cree que la industria farmacéutica, el que tiene un ojito despierto dice, la industria me está cagando, no me está curando, el que tiene dos ojos abiertos va a decir, no, no es sólo la industria farmacéutica, yo voy a comprar algo al supermercado que está completando, es así, un químico de un alimento se está completando con un fármaco.

Esto que estoy diciendo no es metafórico ni simbólico.

Pero bueno, comenzamos entonces con lo que...

Dame un segundito que saludo a la gente, muy buenas, socios del programa 21, buenas, simpatizantes del programa 21 y muy buenas a cualquiera que esté viendo este vídeo y no tiene ni idea de lo que es el programa 21.

Muy buenas a todos, Jau, muy buenas a los que estáis aquí, Jau a todos, muy buenas, gracias por haber venido.

Bueno, y hoy tenemos aquí...

Hostia, ahora se me ha olvidado tu nombre, tío.

Juan Bautista.

Conveniente con V.

Con V, Bautista con V.

¿Cómo están? Eh... Juan.

Bueno, le contamos a la gente, me presento que vamos a hablar un poco audiovisualmente y un poco teatralmente también para incluir a todas las personas que están acá.

Sí, mi mirada va a ir a la cámara y va a ir también a todas las personas.

Bueno, tienes la cámara delante.

Por la rareza, muy bien.

Les voy a contar... Bueno, me presento entonces, José Luis.

Bueno, mi nombre es Juan Bautista, como acaba de decir José Luis.

Yo soy argentino.

Soy un ser humano que habita en este planeta, soy un ser que ama, así me denomino, que se dedica al arte, un ser que se dedica al arte.

En Argentina tengo una escuela de teatro, soy actor, tengo un grupo de humor y mi amor es dar clases de teatro, amo, y mi otro amor es el cine, concretamente.

Y en este caso estamos acá para charlar sobre los documentales que hemos estado haciendo con mi ecosistema, con mi equipo de artista.

Es un amor que no sé mucho cómo describirlo, a niveles de que hacer documentales para mí es algo en la cual yo pongo el alma realmente y no me importa el dinero, o sea, el dinero me importa solamente que llegue para poder producir y hacer.

Acá concretamente vamos a charlar de los documentales, no nos vamos a meter en el mundo del teatro, después si quieren algunas cositas podemos hablar de cómo yo trabajo el teatro aplicado a la salud en Argentina, pero eso lo podemos dejar para lo último.

El primer documental que voy a hacer con nuestro equipo allá es un documental que se llama La educación prohibida, que ese documental fue un poco un paradigma en lo que tiene que ver con cine independiente, porque fue uno de los primeros en nuestro idioma que se hizo buscando donaciones por internet.

Precisamente tiene que ver con que nos iban bajando la persiana, o sea, ustedes entienden lo mismo que yo, nos bajan la persiana, nos cerran puertas en todas partes, y gracias a esas puertas que se iban cerrando surge esta idea de salir a pedir donaciones.

Y así va a nacer La educación prohibida, que se estrenó en el año 2012.

Juan, déjeme que te haga una pregunta.

Dale, pregunte.

Tú eres actor y de golpe se te ocurre hacer un documental sobre la educación prohibida.

Sí.

¿Qué pasa ahí? A ver, sería algo así, yo no busqué hacer documentales, yo estaba totalmente abocado al teatro, en un momento estaba muy metido en el humor, yo le llamo un humor no vacío, por decirlo de alguna forma, que tuviera un contenido.

Y un amigo de mí,