"La Reflexión: ¿Quién se queda durante la tormenta?" L a Última Estación #11

Expreso de medianoche, porque nos une el misterio, la última estación, con José Paredes.

Queridos viajeros de la medianoche, aquí estamos, una vez más, en el corazón de esta noche profunda y a bordo de nuestro expreso de medianoche, donde los misterios del alma se cruzan con los enigmas del mundo.

La noche tiene un don único, ya lo sabéis, nos despoja de máscaras, nos muestra lo que es real, lo que perdura cuando todo lo demás se desvanece.

Pero esta noche, mientras nuestro tren surca la penumbra, quisiera hablarles de algo que todos hemos aprendido, a veces a un precio alto, y es quién está a nuestro lado cuando todo se desmorona.

Porque, amigos, en las tormentas es cuando conocemos el verdadero rostro de quienes nos rodean.

A la pareja se le conoce en el divorcio, a los hermanos en las herencias, a los hijos en la vejez, a los amigos en las dificultades y a los socios en las crisis.

La vida, como los misterios que exploramos en este programa, no siempre es lo que parece.

En los días soleados, cuando todo brilla, es fácil rodearse de risas, promesas, manos extendidas, pero cuando el cielo se quiebra, cuando el suelo se desmorona bajo tus pies, esas manos se van, las promesas se desvanecen, y solo quedan los que realmente importan.

Es en esos momentos, en la oscuridad más oscura, cuando las relaciones se revelan, y esa revelación, aunque a veces duela, es un regalo prácticamente único, una estrella que ilumina el camino hacia lo auténtico.

Vamos a pensar por un momento en esa pareja cualquiera.

En los días felices todo es un sueño compartido, pero cuando viene el divorcio, en el silencio de las despedidas, en las heridas que se abren, ves quién es.

No es solo amor lo que se puede poner a prueba, sino el respeto, la honestidad, la capacidad de soltar sin destruir a los que permanecen con dignidad, incluso en el adiós, vamos a guardarlos en nuestros corazones, aunque el camino los separe.

Y los hermanos, esos compañeros de la infancia, esos cómplices de secretos, en las herencias, cuando el pasado de una familia se reparte, se ve quién valora los lazos por encima de lo material, los que eligen el amor antes que el conflicto, esos son los que brillan como faros en la noche.

¿Qué decir de los hijos? En la dejez, cuando el cuerpo se cansa y el mundo parece correr demasiado rápido, ellos muestran su verdadero corazón, los que te tienden la mano, los que escuchan, los que te ven no como una sombra del pasado, sino como un tesoro vivo, esos son los que te recuerdan que el amor trasciende al tiempo.

Los amigos, viajeros, viajeras, se conocen en las dificultades, no solo en las fiestas, no en las risas fáciles, sino en las noches en que el alma pesa, el amigo que llega con una lata de cerveza sin que lo llames, que te sostiene sin pedir nada, ese es una estrella que nunca se apagará.

Y aquellos socios en el trabajo que comparten tus sueños y riesgos, se revelan en las crisis, los que se quedan a remar contigo aunque el barco se hunda, son los que merecen tu confianza, no lo olvides.

Hay una frase que la leí el otro día y me encantó, que dice el día en que te vas a