
"La tranquilidad de las reses", un cuento de Alfredo Herrero

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"Da igual dónde me encuentre, si me giro hacia dónde está mi pueblo inundado y cierro los ojos, veo el quiosco de chapa de la plaza de España y, a través de su rejilla de rombos donde metíamos los deditos para comprobar si seguíamos siendo niños, puedo leer los titulares de todos los periódicos que han sido puestos ahí. Los de aquel día también, con esas letras negras que parecían hormigas comiéndose el papel.
«Se han extinguido los toros», decía el diario del pueblo llano".
Esta noche tenemos el privilegio de estrenar un nuevo relato de la Escuela de Imaginadores de Juan Jacinto Muñoz Rengel. Un cuento de fantasía escrito por el imaginador Alfredo Herrero.
Visitad la web de la Escuela de Imaginadores para averiguar de donde surgen estas invocaciones Primigenias.
https://www.escueladeimaginadores.com/
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El planeta tierra debería llamarse planeta agua en la tierra hay más agua que cuerpo en el cuerpo y más cuerpo que alma en la tierra hay más peces que aves las aves más pluma que alas en el verso hay más sangre en la tinta emma sombra que nada en la nada hay más algo que alga y ese algo se mueve y reluce en la palabra la palabra el planeta tierra un poema de gloria fuertes en todo cuento hay una resistencia al poder autoritario de lo que consideramos la realidad impuesta por el mundo hay una revolución a que sean otros los que cuenten nuestra historia una evolución de la mente el recuerdo y el espíritu de quien escribe porque los cuentos están hechos de recuerdos incluso en las ficciones o novelas de los autores que se hacían llamar a sí mismos realistas están cargados de un flujo del inconsciente que tan sólo percibimos como real en una especie de pacto entre el escritor y sus lectores la ficción es siempre una fantasía aunque ésta pueda inspirarse en una vida o en cientos aunque pretenda revestirse de costumbrismo toda ficción es siempre una fantasía allá en los inicios del siglo veinte el realismo mágico no se embarcaba en una madera muy antigua pero totalmente renovada de aceptación de este pacto entre escritores y lectores incluso si decidimos huir de la palabra fantasía puede haber más verdad en un solo cuento fantástico que en cientos de páginas de ensayos estas suelen ser las verdades más esquivas aquellas que estriban sobre quiénes somos y cuál es nuestro papel en el mundo verdad es sobre el tiempo y la memoria que no pueden plasmarse en un informe de estadísticas o la definición de arte de un libro de filosofía en mil novecientos cuarenta y ocho el escritor venezolano arturo uslar pietri nos decía lo que venía a predominar en el cuento y a marcar su huella de una manera perdurable fue la consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas es como una adivinación poética o una negación poética de la realidad lo que a falta de otra palabra podría llamarse un realismo mágico pero si dejamos un poco de lado las teorías literarias que nos queda bueno qué importa si en un cuento de álvaro cunqueiro el protagonista es un paraguas llamado jacinto o qué importa cuáles fueron las motivaciones de gabriel garcía márquez para escribir cien años de soledad lo que hay más allá de toda consideración son siempre las historias y estas sin importar lo fantásticas que puedan ser sus premisas o los milagrosos aconteceres que sobrevienen a los protagonistas son capaces de crear las reglas de su propio universo un universo que se construye con el mismo peso que le atribuimos a la realidad porque son estos cuentos