

Description of 'La ventana del pasado': libros y bibliotecas
Viajamos al pasado para entender cómo llegamos al mundo actual de libros, lecturas... ¿Cómo nacen los primeros libros? ¿Cómo llegan hasta lo que son hoy? Adriana Aparicio se asoma en ‘La ventana del pasado’ a los orígenes de este soporte y de uno de los grandes lugares de conocimiento gratuito: las bibliotecas.
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Érase una vez, en un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, una niña que vivía en una casa hecha de cuentos.
Cada noche dormía con un libro distinto bajo la almohada y soñaba que las letras bailaban.
Cansada de la rutina, pensó, no todo lo que es de oro reluce ni toda la gente errante anda perdida.
Así que cerró su libro, se colgó una mochila al hombro y entró a un mundo donde la mente necesita libros como la espada necesita una piedra de afilar.
Así, comenzó su aventura repitiéndose.
La gente cree que las historias son como piedras, sólidas, permanentes, inmutables, pero no lo son.
Las historias son como el agua.
Cruzó montañas, mares y bibliotecas, guiada por un lema que repitió como un hechizo.
Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia.
Con el tiempo descubrió que no hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de la mente y comprendió que todo lo que ha vivido no era más que el prólogo.
Entendió que los nombres propios pesan, que ser tú misma es el acto más radical, que lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado.
Y cuando volvió a casa, distinta pero igual, con los zapatos gastados y el alma llena de historias, pensó, y al final, todo va a estar bien.
Si no está bien, es que no es el final.
Hoy nos asomamos a la historia de las historias, de los libros y las bibliotecas.
Hoy estamos en el programa celebrando el Día del Libro y no podía no asomarme yo a su historia.
Hombre, por favor, qué bonita intro, Adriana, se me han puesto los pelos de punta.
Hemos empezado con este relato que, bueno, igual a los oyentes han podido percibir alguna frase que les suena de algún libro que ha podido marcar la vida de muchos.
Pero no solo vamos a hablar del libro, en su historia también hay una institución que forma parte de este recorrido y la principal razón por la que podemos conservarlo y tenerlo hoy en día, que son las bibliotecas.
Así que hoy nos asomamos también al pasado de este gran lugar del conocimiento.
Qué interesante, madre mía, es que esos lugares en los que hay tantas historias en solo una habitación...
Bueno, bueno, bueno, comienza, comienza.
Pues para ello nos tenemos que remontar a tiempos en los que había un libro primitivo, que es el libro oral.
Porque ya entonces, cuando aún no existían las formas de escribir, se contaban historias, mitos, se pasaba de generación en generación códigos legales, poesía, tradiciones religiosas...
Había de todo.
Luego llega la escritura y es cuando empieza a haber esa necesidad de un soporte para poder transmitir todos esos conocimientos, todos esos valores.
Y es lo que realmente propicia el nacimiento del libro como lo conocemos hoy.
Ya con páginas, no, ¿no? No, no, no.
Tenemos que...
Mira, el primer soporte que se conoce es la piedra.
Ahí poca página podía haber.
Le seguiría la arcilla, que se han encontrado tablillas que se usaban en Mesopotamia, pero estamos hablando del tercer milenio antes de Cristo.
O sea, esto es muchísimo tiempo atrás.
Y en ella se escribía como con un estilus que servía para hacer como una impresión de letras en la arcilla.
Y esa arcilla luego se cocía para que se solidificara y se quedara eso grabado.
Me vienen a la mente como esas imágenes en algún museo he visto alguna vez.
Claro, eso es.
Y en algunos casos para las inscripciones así más solemnes se utilizaban otros maticales como el mármol o así, pero vamos, que era la excepción.
Y ya en ese momento esas tablillas se guardaban pues con un título, un número, con un propietario.
Que esto se conoce como colofones y es un primer acercamiento a la idea esta de buscar una manera de catalogar todos los libros y todo lo que contenían.
Sería como un primer paso por unos primeros archivos, unas primeras bibliotecas.
Sí, de decir esto lo ha escrito esta persona, pertenece a tal.
Exacto.
En otros lugares les daban otras técnicas.
En India, por ejemplo, utilizaban hojas de palma seca o en China utilizaban laminas de bambú que iban unidas por una cuerda.
Hay que decir que, de hecho, en el chino el ideograma del libro son imágenes de tablas de bambú.
Que vienen de los inicios.
Claro, de su historia.
Claro.
Y gracias a los avances que había todo en este mundo oriental es cuando llegan al resto del mundo, porque son luego los árabes los que van captando las técnicas de China y la verdad es que...
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