#LaEntrevistaYSUCA | Lunes, 21 de abril de 2025

Economía. Realidad Nacional.

Presentamos la entrevista, un espacio de análisis y discusión producido por YSUCA.

Muy buenos días, iniciamos una semana más con la entrevista de YSUCA en este lunes 21 de abril.

Es un gusto que nos acompañe nuevamente.

Este día vamos a hacer un análisis sobre el caso Kilmar Ábrego y también los venezolanos trasladados al Secot.

Quiero dar la cordial bienvenida a Roxana Cardona, abogada penalista, quien de manera virtual nos acompaña en esta vocación.

Buenos días, Roxana, bienvenida.

Muy buenos días.

Pero no logramos escucharle muy bien, Roxana.

Vamos a pedirle ahí que ajuste, si es sus audífonos, o podamos, para poder comunicarnos mejor.

Roxana, sobre el caso Kilmar, comencemos hablando sobre eso.

¿Qué elementos legales rodean este caso? Comencemos hablando sobre el debido proceso que debe haber en todo caso y cómo usted como abogada penalista analiza este caso específicamente del salvadoreño Kilmar Ábrego.

Fíjese que con el caso de Kilmar Ábrego, lo que se está dando y lo que nosotros estamos viendo es una violación sistemática de derechos humanos.

Y el debido proceso, empezando desde el gobierno que lo mandó.

Eso implica que cuando existe una violación de una forma reiterada a los derechos humanos de una persona, no solamente afecta a los ciudadanos, sino que también va a afectar a toda la comunidad.

Porque eso va a conllevar a un desgaste, a un desgaste de las instituciones internacionales de jueces allá en Estados Unidos, una crisis diplomática que ya se está viendo y también el desgaste del Estado de Derecho.

En el caso del señor Kilmar, viene siendo casi como yo lo mencionaba ayer, como un símbolo, como un símbolo de la injusticia que se está dando dentro del Estado norteamericano.

Que viendo, y quizá más adelante quizá lo vamos a ver, él fue como un daño colateral.

Que no se dieron cuenta de todo lo que esto venía a implicar, eso fue otra cosa.

Pero aquí él es un símbolo de la injusticia que se está dando dentro de aquel país y ojalá sirva acá para que los congresistas y que la gente conozca realmente cuál es el trasfondo y cuál es el problema de las cárceles salvadoreñas.

Porque ayer me hacían una pregunta.

¿Cómo son las cárceles del Salvador? La verdad es que todo miedo, toda gente tiene miedo de entrar a estas cárceles.

¿Por qué? Porque entran a un olvido total de parte del sistema.

Entran a un sistema penitenciario que prácticamente los olvida y que dejan de tener nombre para convertirlos en un número.

Que es el sistema de identificación penitenciaria.

Solamente pasan a ser una estadística el ser humano.

El ser humano no es un número.

Porque prácticamente cuando uno llega a preguntar por un interno en los centros penales, detienen el SIPE, que es el sistema de identificación penitenciaria.

Ahí lo van identificando y ahí le van diciendo cómo está, en dónde está y en qué penal está.

Esto nos recuerda a que ya no tienen su número grabado en la muñeca, sino que es dentro de un sistema de una manera moderna.

Una de las cosas que se están viendo, además de la violación de este señor, es que su situación jurídica realmente no se sabe.

Estaba en un centro de confinamiento contra el terrorismo, que es una cárcel de máxima seguridad.

Después supimos, por el mismo congresista, que ya no se encontraba ahí, sino que se encontraba en otro penal de menor seguridad.

Pero no sabemos si está en el penal, en el industrial de aquí de Santa Ana, en el penal de Apantejo, que dicen que es un penal mixto, o donde se encuentran los presos políticos.

No sabemos en dónde está.

Y también otra cosa que hay que preguntarse es que si la concesión económica que está dando Estados Unidos implica también darla en otros penales, porque se va a dar por persona independientemente en dónde esté.

Y es bien fácil y es bien peligroso esto.

Es bien fácil sacar a una persona de un centro penal, por lo que se ve que es bastante fácil.

Eso va a llevar, si no se regula, va a empezar a llevar a ciertas desapariciones, porque no podemos estar jugando con traslado de persona cuando esta ni siquiera existe una ley.

Necesariamente y obligadamente va a tener el Estado Salvadorano.