LAUREANO RUIZ: el arquitecto del modelo BARÇA | Pase Atrás #23 (AVANCE)

Te hacía entender el juego. Te hacía comprender el juego.

Te enamorabas del juego.

Hubo un antes y un después de Laureano Ruiz.

Un formador de personas, de valores.

Laureano ha sido un personaje clave, pero en mayúsculas.

Él no entrenaba para el partido del domingo.

Él entrenaba para el partido del domingo, para el siguiente y para tu vida futbolística.

Team Barça.

Muy buenas, ¿qué tal? ¿Cómo estáis, amigos y amigas de Team Barça Podcast, socios y socias de Club TVP en Patreon? Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo pase atrás, porque hoy, como ya veis, no vamos a hablar de un partido ni de la última polémica arbitral.

Hoy viajamos atrás en el tiempo para rescatar la figura de alguien que, sin buscarlo, cambió para siempre la historia del Barça.

Porque hay ideas tan famosas que damos por hecho que conocemos su origen.

El rondo, la posesión, el falso nueve.

Creemos que siempre estuvieron ahí, de Cruyff, de Guardiola.

Pero, ¿y si el plano maestro de todo eso lo hubiera dibujado otra persona mucho antes? Ese arquitecto anónimo se llama Laureano Ruiz y a su filosofía podemos darle un nombre, el laureanismo.

En un fútbol español dominado por la furia, la fuerza bruta y el patadón, Laureano se atrevió a proponer algo herético.

El fútbol como un juego de inteligencia, de técnica, de pensamiento.

Y lo hizo con herramientas que hoy son patrimonio universal.

El rondo, pero entendido como laboratorio táctico.

La posesión, pero para atacar y no para aburrir.

O incluso el falso nueve, para dinamitar al libre rival.

Cuando en 1972 llegó al Barça, no miró la altura de los jugadores, ni su físico, ni su fuerza, solo el talento.

Y con esos chicos, que apenas levantaban un palmo del suelo, levantó un modelo entero.

Ganaron cinco campeonatos de España seguidos.

Pero lo más importante no fueron los títulos, sino la semilla que quedó plantada en la masía.

El club empieza a trabajar con Oriol Tort, con Jaume Olivet, con otros entrenadores que había en el club.

Deciden que hay un cántabro que les encantó cuando se sacaron el título nacional de entrenadores, que fue futbolista de primera división, que es un avanzado a su época, que se llama Laureano.

Traerlo. Y, efectivamente, lo trajeron.

Y él introduce ahí todo este método que hoy vemos en el Barça.

Una semilla que crecería después con Cruyff en el banquillo y que alcanzaría la excelencia con Guardiola en el Camp Nou.

El abuelo, el padre y el hijo del modelo Barça.

Hoy, en este especial, escucharemos a quienes vivieron en primera persona aquella revolución silenciosa.

Tente Sánchez, Ramón Calderet, Joan Vila, voces que lo tuvieron como maestro, como mentor, como el entrenador que más les marcó.

También a periodistas que lo han reivindicado, como Xavi Torres o Martí Perarnau.

Y a jugadores que crecieron con él en Santander, como Iván Helguera.

Y, por supuesto, la voz más cercana, la de su hijo, Luis Ruiz.

Laureano Ruiz no siempre aparece en los grandes titulares, pero este podcast es también para hacer un poquito de justicia.

Porque si el Barça tiene un ADN, ese ADN empezó a escribirse con su letra.

Y para empezar este especial, nos hemos venido hasta el vestuario visitante del Camp Nou.

Es sábado por la tarde, somos 60, quizás 70 chavales.

Nos han reunido a todos, juveniles del A, del B, del C.

El ambiente aquí es de respeto, casi de nervios, diría.

Entra Laureano Ruiz, saca la pizarra y empieza a hablar.

¿Cómo ha jugado el equipo contrario? Ha jugado con dos arriba.

Una posición en la cual dejan las bandas vacías, no solamente para aparecer estos, sino que en un momento dado...

Y entre esos chavales que observan con ojos muy abiertos y en silencio a Laureano Ruiz, Tente Sánchez, histórico capitán del Barça de los 80, que entonces apenas tenía 15 años, y acababa de llegar desde el Artiguense, un humilde club de Badalona.

Por la mañana ayudaba a su padre en la frutería y por la tarde estudiaba en Los Salesianos, hasta que un día fue reclamado para probar en el Barça.

Tres días bastaron para quedarse y allí conoció a Laureano.

El sábado por la tarde, porque antes todos los partidos, todos los partidos de los juveniles y la inmensa mayoría de equipos jugaban el domingo, y entonces el sábado a la tarde teníamos que ir.

Yo vivo en Badalona, yo le ayudaba a mi padre en el mercado, llegaba a casa y a la tarde ya me tenía que ir para la ciudad,