Description of El lazarillo de Tormes.
El lazarillo de Tormes. Capítulo 2. Leído por Javier Gamellas de primer curso de Sistemas Microinformáticos y Redes.
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Capítulo dos como la se sentó con un y de las cruces que con el paso otro día no apareciendo me estar aquí seguro me fui a un lugar que llamada que llaman maqueda donde método a donde método para mis pecados con un clérigo que llegando a pedir limosna me pregunto si sabía ayudan a misa yo dice que si como era verdad que aunque maltratado mil cosas buenas que demostró el pecador de ciego y una de ellas fue finalmente el clérigo me recibió por suyo escape del trueno y dije en el relámpago por que ir al ciego para con para con este una alejandro magno con ser la misma avaricia como he contado más sino que todas todas la acería del mundo está encerrada en este de su cosecha era o lo había dejado con el hábito de de grecia él tenía un arcade pies fue cerrado con llave la cual traía atada con una agujetas del pan del padre toque y viniendo el código de la iglesia por su mano irán luego allí lanzado y tornados a cerrar el arca y en toda la casa no había ninguna cosa de comer como suele estar en otros nosotros en otras algún tocino colgado al número algún que su puesto en alguna tabla hubo en el armario algún canastilla con algunos pedazo de pan de la mesa sobran que me parece a mí aunque de ello no me aprovechará con la vista de ello me consola solo mente había una horca de cebollas y tras la llave en una cámara envuelto de la casa de estas tenía yo de ración una para cada cuatro días y cuando le pedían acabe para ir por ella si algún si alguno estaba presente manual falso pete y con gran contingencia estaba y me daba diciendo toma y vuelve la nuevo y no hagáis sino cocina como si debajo de ella estuvieran todas las conservas de valencia con nueve la dicha cámara como dije maldita la otra cosa que las cebollas colgadas de un clavo las cuales él tenía también por cuenta que si por malos de mis pecados me mandara más de mi casa mi me costará caro finalmente yo y fascinaba de hambre pues ya que con amigo tenía poco de caridad consigo consigo usaba más cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar verdad es que partía conmigo del caldo que el de la carne tan blanco el ojo sino un poco de pan y el club gloria a dios que me quemé de medias y los sábados comencé en este la tierra cabezas de carnero y enviame por unas que costaba tres vara de medir aquella le cocía y comía los ojos y la lengua y el bote y esos y la carne que en las fijadas tenía y todos los huesos ruidos y daba milos en el plato diciendo toma come triunfa que para ti es un mundo mejor mirarlo latinas que el papa tal de la de dios decía yo un paso entre mi al cabo de tres semanas que estuve con el vine a tantas flaqueza quien no me podía tener en las piernas de y pura hambre mexicana mente ir a las culturas y dios y mi saber lo remedia eran para usar de mis mañanas no tenía para parejo por no tener en que queda el salto y aunque algo hubiera no podía cigarrillo y conocía a que al que dios perdone si hay de aquella calabaza beneficio que todavía aunque astuto con faltarle a que el preciado sentido no me sentía más esto otro ninguno hay que tan que tan aguda vista tuviese como él tenía cuando el oferta gastado cuando lo cuando la ofertar yo estábamos ninguna blancas la cocina caía que no era de registrar el un ojo tenía en la gente y el otro en mis manos bailan vale los ojos en el casco como si fueran de jugo de azúcar sobre cuántas blancas ofrecían tenía por cuenta y acabado al ofrecer luego me quitaba la concha y la ponía sobre el altar no era yo señor de hacerle una blanca todo el tiempo que con el vivir o por mejor decir mori de la taberna nunca le trajo una blanca de bin más aquel poco que de la ofrenda había metido en su alcance con pasaba de tal forma que le duraba toda la semana y por ocultar su gran mezquindad decía mi miramos o los sacerdotes han de ser muy temprano en su comer y beber y por esto yo no me mando como otros más enlace lado mentía falsamente porque en compra días y motor y mortuoria que rezamos acosta ajena comida como lobo y vivía más que un salvador y porque dicen en morton dios dios me perdone que jamás fui enemigo de la naturaleza humana sino entonces y estuvieras porque comíamos bien y alertaban deseaba y aún rogaba dios que cada día matase al suyo y cual cuando dábamos sacramento a los enfermos especialmente la extremo nación como como como man como banda