Lo que aprendí de Marian Rojas Estapé 👉 Oposita sin dejar de vivir

Hace no mucho me regalaron un libro de Marian Rojas-Estapé, la verdad que se lee con muchísima facilidad y, como siempre, para intentar aplicarlo en definitiva, que no se me olvidase lo que aprendí a través de dicho libro, intenté en cada uno de los capítulos, en cada una de las ideas clave, llevarlo a las oposiciones o mirarlo desde un prisma de la docencia. Así que hoy te voy a compartir las siete claves que he aprendido de Marian Rojas-Estapé, no sólo con este libro, sino también con algunos de sus podcasts.

Al final te habla de manera muy resumida cómo tener una vida más plena, con más paz mental, cómo entender la felicidad y saber mantenerla en el tiempo y también entender la soledad y entender otros sentimientos que son normales dentro de nuestro día a día. Así que vamos a aterrizarlo, vamos a ver cómo lo podemos aplicar en la docencia, ahora que es tan importante la inteligencia emocional y espero de corazón que te aporte.

Este vídeo es más para mí que para ti, pero yo creo que le puedes sacar partido. Lo primero, ya sabes, Marian Rojas-Estapé habla mucho del cortisol, cómo te puede arruinar la vida, cómo el estrés te puede provocar enfermedades y te puede provocar bloqueos. El cortisol es la hormona del estrés y bloquea la mejora, bloquea la felicidad. Entonces, en este caso, yo creo que es importante que tú como docente percibas que en altas cotas de estrés tu alumnado no va a aprender, por eso generalmente en un examen no aprende.

En un examen, cuando está vinculado directamente a una nota, va a desconectar ese aprendizaje y es posible que esté cohibido y no esté, en definitiva, en una alta cota de estrés que le va a paralizar. Esto no te digo que suprimas los exámenes, pero que entiendas en esos momentos de estrés cómo lo puedes reducir y cómo puedes ayudar a tu alumnado, cómo puedes darle herramientas para que se relaje, cómo puedes darle buenas estrategias de aprendizaje que le va a ayudar a recordar más y, por lo tanto, a bajar esas altas cotas de estrés.

También nuestro alumnado normalmente está estresado por la incertidumbre, porque igual vamos a hacer actividades, vamos a desarrollar habilidades que no saben o no tienen esa certeza hacia dónde vamos. Aquí esto también lo podemos corregir dejando muy claro en las primeras sesiones cuál es el objetivo, ofreciéndole modelos, creando esa cultura de clase donde se sientan seguros, porque el estrés, el cortisol, el que el alumno asocie sentimientos negativos a la propia clase no va a ayudar.

Y aquí lo conecto, valga la redundancia, con la segunda idea clave del libro de Marian Rojas Estapé, que es la conexión, el buscar esos vínculos emocionales potentes, el profundizar, el escuchar de manera activa, el entender a las personas. ¿Esto yo cómo lo entiendo dentro de clase? Pues que antes de empezar a corregir, antes de poner el foco en la nota, antes de poner el foco en tienes que mejorar esto, hemos de invertir tiempo en programar en metodologías tales como el aprendizaje cooperativo para que nuestros alumnos y alumnas conecten entre ellos. Pero no sólo eso, sólo se educa desde el vínculo. Si nosotros vamos a corregir, estaría bien que minimi, o sea, que redujésemos esos feedbacks cuantitativos, todo lo que se pueda, y nos centrésemos, nos centrásemos en feedbacks cualitativos, es decir, comentarios de mejora hacia un futuro. Y que el alumno nos perciba como un docente que está ahí para ayudarles, para mejorarles y que se entienda el error como parte del aprendizaje.

Tercera clave, Marían Rojas Estapé es una experta en profundizar, en escuchar de manera activa, o al menos divulgarlo, y aquí entraría como docentes tener claro ese sesgo de no sabemos lo que no sabemos y observar más allá de lo académico. La mayoría de conflictos emocionales no se dicen, se expresan con comportamientos. Por lo tanto, en ocasiones, ese alumno que nos molesta continuamente, ese alumno que tiene por pura actividad o por pura inercia ese conflicto con la mayoría de clase, quizá nos está pidiendo ayuda. No debemos etiquetar rápido y menos a nuestros alumnos. Cada uno tiene su mochila de vivencias. Necesitamos observar, preguntar, empatizar.

Y para ello, estrategias metacognitivas en la que nos cuenten su día, la que nos cuente cómo pueden aplicar lo aprendido, en la que nos cuenten errores recurrentes, en la que nos cuenten cómo vincularían el aprendizaje o la gestión de esa emoción con su día a día, nos ayudan a conocer al grupo clase. Aquí también nos podemos valer de sociogramas para hacer esos agrupamientos y seguir cultivando una cultura de clases segura y donde se creen esos vínculos potentes entre alumnos y alumnas. Cuarto punto, si hablamos de Marian Rojas Estapet, debemos poner el foco en educar también en la gestión emocional. Aquello que no se gestiona se somatiza. Si tenemos problemas recurrentes a nivel de cultura,