"LOS ENAMORAMIENTOS" de Javier Marías

Me costó mantener la atención la mente se le iba a otros sitios o siempre al mismo nivel a la última vez que lo había visto con vida que también era la última vez que yo lo había visto al parquecito apacible de la escuela de ingenieros de la castellana que habían apuñalado y apuñalado y apuñalado con una navaja tipo mariposa de las que por lo visto están prohibidas los enamoramiento de javier marías la última vez que vi a miguel de ver o de verne fue también la última vez que lo vio su mujer louisa lo cual no dejó de ser extraño y quizá injusto ya que ella era eso su mujer y yo eran cambio una desconocida y jamás había cruzado con una palabra ni siquiera sabía su nombre lo supe sólo cuando ya era tarde cuando apareció su foto en el periódico apuñalado y medio descamisado y a punto de convertirse en un muerto si es que no lo era ya para su propia conciencia ausente que nunca volvió a presentarse lo último de lo que se debió de dar cuenta pues de que la cuchilla van por confusión y sin causa es decir imbécil mente y además una y otra vez salvación no una sola con voluntad de suprimir lo del mundo y echarlos indignación de la tierra allí entonces tarde para que me pregunto la verdad es que lo ignoro es sólo que cuando alguien muere pensamos que ella se le ha hecho tarde para cualquier cosa para todo más aún para esperarlo y nos limitamos a darlo de baja lo había visto muchas mañanas y lo había oído hablar y reírse casi todas a lo largo de los años temprano no demasiado de hecho yo solía llegar al trabajo con un poco de retraso para tener la oportunidad de coincidir con aquella pareja un ratito no con él no se me mal entienda sino con los dos eran los dos los que me tranquilizara ni me daban con intento antes de empezar la jornada se convirtieron casi en una obligación no la palabra nos adecuada para lo que nos proporciona placer y sosiego quizá en una superstición aunque tampoco no es que yo creyera que me iba a ir mal día si no compartía con ellos el desayuno quiero decir a distancia era solo que lo iniciaba con el ánimo más bajo o con menos optimismo sin una visión que me ofrecían a diario y que era la del mundo en orden o si se prefiere en armonía bueno la de un fragmento de minuto del mundo que contemplamos muy pocos como pasa con todos fragmento vida hasta la más pública o expuesta no me gustaba encerrarme durante tantas horas sin haberlos visto y observado hurtadillas pero con discreción lo último que habría querido en hacerlo sentirse incómodo su molestarlos y habría sido imperdonable orientarlos además de ir en perjuicio mío me confortable respirar en mismo aire en formar parte de su paisaje por las mañanas una parte inadvertida antes de que se separaran hasta la siguiente comida probablemente que tal de ya era la cena muchos días a que el último en que su mujer ello lo vimos no pudieron cenar juntos ni tan siquiera almorzaron ella lo espero veinte minutos sentada a una mesa de restaurante extrañada pero sin tener nada hasta que sonó el teléfono es el a cabo su mundo y nunca más volvió a esperar las versiones de la prensa diferir en algunos detalles pero coincidían en conjunto de verne había estacionados su coche como al parecer solía en una boca calle del paseo de la castellana hacia las dos del mediodía a buen seguro iba a encontrarse con luisa para su almuerzo en el restaurante bastante cerca de su casa y más cerca del aparcamiento al aire libre de pequeña cabida dependiente de la escuela técnica superior de ingenieros industriales al salir del automóvil lo había abordado un indigente que hacía labores de aparca coches en la zona a cambio de la voluntad de los conductores lo que se llama guerrilla y había empezado increpar lo con voces incoherentes y acusación disparatados según los testigos le recriminó que hubiera metido a sus hijas en una red de prostitución extranjera según otros le gritó una sarta de frases ininteligible de las que sólo captaron dos me quieres dejar sin herencia y me estas quitando el pan de mis hijos de ver intento sacudirse lo y hacerlo entrar