"Los niños del muelle" Mónica Rodríguez Suárez

Existen lugares aparentemente maravillosos que nos deslumbran y que nos hacen ser muy felices contemplándolos o visitándolos. Su colorido, su luminosidad, su paisaje, su entorno nos animan a gozar de ellos, pues no encantan. Todo se encuentra tal y como nos lo imaginábamos en nuestros sueños o como los vimos reflejados en las diversas lecturas por las cuales visualmente les descubrimos. Aparentemente todo está tal y como nuestra imaginación nos hizo ver, pero detrás de ella se esconde lo lúgubre, lo tenebroso, lo dramático, la cruel y horrible tristeza, lo que nos disgusta en suma. Por otra parte, cuando vemos un monumento o una escultura en medio de un paseo, una calle o una plaza no nos ponemos a pensar, a preguntarnos ¿quién es ese personaje?, ¿quién lo hizo?, ¿por qué está allí? o los grupos de escultura que los jalonan. Si acaso echamos un vistazo a la guía de viajes. Si es que la llevamos consigo. Eso fue justamente lo que le pasó a Rodrigo y a sus padres cuando paseaban admirando la innata e innegable belleza de la Bahía de Santander. Les tengo que decir amigos y amigas internautas y oyentes de nuestras "Letras Encadenadas" que Rodrigo es uno de los personajes centrales sobre la que gira una maravillosa y extraordinaria novela juvenil, pero perfectamente muy propia de adultos: "LOS NIÑOS DEL MUELLE", que ha creado, construido, escrito y plasmado una de las escritoras más extraordinarias, sublimes e impresionantes de la literatura infantil y juvenil española: Mónica Rodríguez Suárez. Futura-estoy prácticamente convencido de ello- académica de la Real Academia Española de la Lengua. Yo sé que para Mónica esto es una hipérbola, una exageración, pero "las muy sabias" "Letras Encadenadas" saben que no. Andando el tiempo Mónica Rodríguez Suárez ocupará muy merecidamente uno de los sillones de un majestuoso edificio cercano a uno de los templos del arte más genuinos y bellos: el Museo del Prado. A todo esto, hay que decirles que "LOS NIÑOS DEL MUELLE" le ha editado y publicado la brillante y sensacional editorial Edelvives. "LOS NIÑOS DEL MUELLE" tiene varias lecturas y bastantes mensajes. Varias lecturas, porque narra la infancia de principios del pasado siglo XX, que la verdad no difiere mucho de esta otra infancia actual que se da fundamentalmente en los barrios de clase baja del orbe terráqueo. Zonas habitadas por personas excluidas y marginadas socialmente, de familias desestructuradas, con un alto índice de fracaso y por ende abandono escolar entre otras muchas carencias. Pobreza y miseria unas veces soterrada; otras por el contrario muy a flor de piel. Para mí lo único que cambia es el contexto histórico, y en consecuencia también la jerga, el vocabulario. Evidentemente también los protagonistas, que en la época actual están representados por los ninis y lo menas. Al menos aquí en España. Otra lectura que se extrae de la novela es la pobreza que hay en la niñez. Endémica en el transcurso de los tiempos, aunque por lo menos en "la querida piel patria" se apaciguó e incluso llego hasta desaparecer. Pero ahora, en cambió observamos con auténtico sonrojo e indignación que uno de cada tres niños españoles es pobre, y que por desgracia con la actual crisis económica y sanitaria las cifras de pobreza infantil se van a acrecentar. Es tal la magnitud del gravísimo problema que hasta el actual gobierno español ha tenido que destinar una cantidad relativamente-podía haber dado más- de millones de euros para paliarla y a la vez solucionar este gravísimo problema. Si a principios del pasado siglo XX no existía clase media. Las diferencias entre ricos y pobres eran abismales ahora en los tiempos actuales es lo mismo. Porque, aunque nuestro admirado y querido Rodrigo tuvo la gran suerte de nacer en una familia de clase pudiente otros niños-as no la tuvieron tanto. Para mí "LOS NIÑOS DEL MUELLE es-independientemente de la ficción- es muy realista y netamente extrapolable a los tiempos actuales. Es muy cierto que los lugares de acogida e inclusas no son ni muchísimo menos que cuando el Calo y su pandilla rondaban por Puertochico, que la enseñanza tanto primaria como secundaria es obligatoria en este nuestro país, pero existen formas, comportamientos de la pandilla en la que existe por regla general un gran compañerismo y hermandad que no la diferencia en nada de la esa atávica época. Esto afortunadamente no se ha perdido. Por eso dentro de los mensajes que "LOS NIÑOS DEL MUELLE" expresan es el de la amistad sin fisuras ni dobleces, el compartir, el ser generosos, el dar todo por los demás... En "LOS NIÑOS DEL MUELLE" observamos una colección de hermosos valores dirigidos no solamente a los-as niños-as sino también a los adultos. En cuanto a la libertad de estos la niñez de entonces no se parece ni mucho menos a la de ahora en la que muchos púberes están sobreprotegidos. Esta libertad se traslada a la lectura, la cual no es solamente indicada para los pre- adolescentes, adolescentes o jóvenes sino también para los adultos. Como toda magnífica narración en "LOS NIÑOS DEL MUELLE" hay bastante profundidad y reflexión. Las carencias y avatares de Calo, Pequeño Llampa- por cierto, se van a llevar una gran sorpresa con este personaje-, Pitotas.. hacen que meditemos sobre la existencia y el comportamiento de cada uno de ellos. Existe también un enigma con su correspondiente intriga. Por otra parte, ustedes amigas y amigos internautas y oyentes podrán comprobar que por la novela desfilan bastantes variopintos personajes muy humanos, muy reales, muy de carne y hueso excelentemente bien construidos. Ellos son más importantes que los preciosos lugares magníficamente recreados en la que se desarrolla. Sin lugar a dudas es una narración enteramente coral. En cuanto a su lectura es fácil, entendible, amena y sencilla. Su fabuloso vocabulario le ayuda bastante. El ritmo es vertiginoso, fluido y vibrante lleno de intriga para descubrir el enigma. El estilo es bastante elegante, impregnado de lecturas, mensajes y reflexiones. En cuanto a su final es muy posible que a algunos lectores-as defraude y otros-as sientan el deseo de saber más cosas acerca de Rodrigo. Por tanto, vamos a poner a "LOS NIÑOS DEL MUELLE", que ha sido uno de los veinte libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos, de Mónica Rodríguez Suárez. Editado y publicado por la fabulosa y radiante editorial Edelvives en uno de los muy privilegiados anaqueles de la biblioteca radiofónico-sonora en por supuesto "Letras Encadenadas".