
LTE #75 - Miguel Anxo Bastos: Anarcocapitalismo (II). La posibilidad de la anarquía

Description of LTE #75 - Miguel Anxo Bastos: Anarcocapitalismo (II). La posibilidad de la anarquía
Bienvenido, fiel escucha, a un nuevo episodio de La Tribu Estoica. Volvemos con la serie de lectura de los artículos de Miguel Anxo Bastos en el Juan de Mariana. Si no sabes de qué te hablo, te recomiendo que te escuches el episodio anterior con el mismo título. Hoy traemos un artículo escrito en octubre del 2016, cuyo título es: “La posibilidad de la anarquía”. En el se estudiará la posibilidad de comunidades anarcocapitalistas, argumentando que:
• Es ético: No se debería impedir a la gente vivir bajo este sistema si así lo desean.
• Es subjetivo: Las necesidades de seguridad y justicia son individuales, un Estado no puede satisfacerlas a todos por igual.
• Es práctico: Las comunidades se organizarían en base a necesidades específicas, con asociaciones a diferentes escalas.
Espero que lo disfrutes, comenzamos.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Bienvenido, fiel escucha, a un nuevo episodio de La tribu estoica.
Volvemos con la serie de lectura de los artículos de Miguel Ángel Sobastos en el Juan de Mariana.
Si no sabes de qué te estoy hablando, te recomiendo que te escuches el episodio anterior con el mismo título. Hoy traemos un artículo escrito en octubre de 2016, cuyo título es La posibilidad de la anarquía. En él se estudiará la posibilidad de comunidades anarcocapitalistas, argumentando que es algo ético, pues no se debería impedir a la gente vivir bajo este sistema si así lo desean.
Es subjetivo, pues las necesidades de seguridad y justicia son individuales y un estado no puede satisfacerlas a todos por igual. Y es práctico, pues las comunidades se organizarían en base a necesidades específicas, con asociaciones a diferentes escalas. Y de paso se da algún que otro palo a los minarquistas. Espero que lo disfrutes, y comenzamos.
Algunas cuestiones disputadas sobre el anarcocapitalismo, parte 2. La posibilidad de la anarquía.
Entiendo que el debate sobre el anarcocapitalismo está viciado por la cuestión de la posibilidad o imposibilidad del mismo. Es obvio que la anarquía es posible, como lo demuestra la mayor parte de la historia humana. No creo que llegue al 10% de la historia del tiempo en el que hemos sido gobernados por algún tipo de entidad dotada de poder político, y mucho menos por estados, cuya existencia como tales no será muy superior a 300 años.
Y la perivencia contemporánea es de pueblos sin estado, como algunas tribus remotas en África, en América o en islas del Pacífico. El debate debería ser otro, el de si alguien podría decidir vivir al margen del estado, asumiendo las consecuencias. Y si esto le sería o no permitido y con qué razones. Esto es, que unos cuantos Ancaps y yo decidamos comprar tierras en alguna zona despoblada española, pongamos por caso, para vivir allí de una forma anarcocapitalista. Asumiendo de forma consciente, conociendo sus posibles ventajas y las hipotéticas desventajas que se darían, incluyendo un descenso en el nivel de vida o la supuesta incapacidad de establecer la justicia y la defensa por nuestra propia cuenta.
Sería en cualquier caso nuestro problema, pero ¿no sería permitido? Rápidamente dirían que eso no puede ser y que tendríamos que someternos a las leyes comunes que nos dimos a nosotros mismos, o que en el marco de España no caben secesiones Ancaps dado que esta es una e indivisible, y se nos impediría por la fuerza. Pero lo que estarían haciendo no es más que ampliar la violencia contra un grupo de personas que a nadie molestan y que simplemente quieren vivir en paz, respetando el derecho de los demás a vivir gobernados por la forma de estado que ellos quisiesen. Y no lo podrían permitir porque si se acepta la voluntariedad de las relaciones no podemos hablar de un estado, sino de una asociación voluntaria. Este argumento se usó mucho en su tiempo para mostrar la superioridad moral del capitalismo sobre el socialismo, dado que el primero sí permitiría la existencia de comunidades socialistas, mientras que el socialismo no podría permitirla sin derrumbarse a sí mismo.
Idéntico argumento ético creo que puede ser usado en el debate entre anarquismo y minarquismo. El minarquista nunca podrá tolerar la existencia de comunidades o territorios anarquistas en su seno, sin descomponer su propio argumento. La argumentación ética en el debate entre ambas formas ideales de sociedad no ha sido nunca muy apreciada por los minarquistas, dado que en esencia les llevaría a discutir la legitimidad última del estado, así como a cuestionar su propio origen y esencia. Y en esta clave no saben defenderse muy bien, pues su razón última es la de la fuerza contra aquellos que no compartan sus principios. Están más cómodos en el debate utilitario, que centran en el mejor funcionamiento del socialismo en algunos ámbitos de la vida, al menos en lo que ellos denominan seguridad y en lo que ellos llaman justicia.
Sus argumentos típicos son que un estado que preste servicios en monopolio en esos ámbitos es mejor que un sistema en el que esos ámbitos se presten en monopolio. Pero aquí los minarquistas parecen de repente volverse marxistas o ricardianos y olvidan la teoría del valor subjetivo. La minarquía es buena o es mejor pero sólo para el minarquista. El anarquista puede bien querer o preferir los costes y beneficios de la anarquía a vivir dominado por personas a las que no les reconoce ningún título de legitimidad para hacerlo. Y puede perfectamente ser su preferencia, y por tanto, la minarquía no es ser la mejor opción para él. La cuestión es por qué el minarquista tiene que obligar al anarquista por la fuerza a adoptar su gusto.