LTE #79 - Ortodoxia, de G. K. Chesterton

Bienvenido, fiel escucha, a un nuevo episodio de La tribu estoica. Mira que últimamente estoy trayendo al canal contenido algo más denso o ideas más complejas, pero como no me parecía suficiente, hoy damos un pasito más y nos ponemos espirituales. Para ello traemos el resumen, muy resumido, del libro Ortodoxia, de Chesterton. Este ensayo es uno de los más importantes y personales del autor. En él describe su propio viaje intelectual y espiritual que lo llevó de vuelta a la fe cristiana católica.

No se trata de un tratado teológico convencional, sino de una exploración apasionada y llena de sorpresas de la fe cristiana desde una perspectiva original. No olvidemos que Chesterton fue un prolífico escritor inglés, conocido por su ingenio, humor y pensamiento paradójico, y todas estas herramientas las usará en su libro.

Sin embargo, aquí ha intentado simplificar mucho su mensaje, tratando de mantener la esencia, pero buscando aterrizarlo y favorecer que pueda llegar a más gente. Quiero que este episodio te sirva de presentación del libro, y si te gusta lo que oyes, que te sumerjas por ti misma a su lectura. Sin más dilación, comenzamos.

INTRODUCCIÓN Chesterton comienza el libro reflexionando sobre su propia búsqueda filosófica y espiritual.

Empezamos fuerte. Esta inquietud surge de su anhelo por encontrar una explicación coherente al sentido de la vida, que abarcase tanto la razón como el misterio. Esta es una característica importante del autor, no sólo usa su razón para alcanzar su verdad. Desde joven se sintió insatisfecho con las filosofías que intentaban reducir la existencia humana a meros procesos materiales o lógicas cerradas. Precisamente fue esta insatisfacción la que le llevó a explorar la fe cristiana, que descubrió como una respuesta sorprendente y profundamente satisfactoria a las preguntas fundamentales sobre la condición humana, el bien y el mal, y el lugar del hombre en el universo.

Chesterton presenta el texto como un intento de explicar cómo llegó a creer en la fe cristiana, no como un dogma impuesto, sino como una respuesta sorprendente a sus propias inquietudes intelectuales. Describe esta búsqueda como un viaje hacia un hogar espiritual que inicialmente creyó estar descubriendo por primera vez, sólo para darse cuenta de que siempre había estado ahí.

Una de las ideas centrales del libro es la paradoja como esencia de la verdad cristiana, la combinación de lo conocido y lo desconocido, de lo racional y de lo misterioso. Chesterton argumenta que el cristianismo satisface una necesidad humana profunda, el deseo de asombro y aventura, junto con un sentido de seguridad y pertenencia. Vamos, que lo tiene todo. Profundicemos un poco más en distintas ideas distribuidas en capítulos.

Capítulo 1. El acertijo de la existencia. Chesterton compara su experiencia espiritual con la de un navegante que, al intentar descubrir nuevas tierras, termina encontrando su propio país desde una perspectiva completamente nueva. Esta analogía sirve para ilustrar su filosofía. El mundo, aunque familiar, está lleno de maravillas y misterios que a menudo pasamos por alto. El autor critica el materialismo y el escepticismo extremo por ser filosofías que reducen la riqueza de la experiencia humana a sistemas demasiado cerrados.

Por ejemplo, señala que el materialismo, al explicar todo mediante causas mecánicas, deja poco espacio para el asombro o la creatividad, convirtiendo el universo en una especie de máquina sin propósito. Asimismo, critica al escepticismo extremo por ser una postura que, al dudar de todo, acaba siendo incapaz de proporcionar un fundamento coherente para la vida cotidiana.

Chesterton argumenta que ambas filosofías, aunque se presentan como libertadoras, en realidad constriñen la capacidad del ser humano para experimentar la vida en su plenitud. Para él, estas perspectivas carecen de la amplitud necesaria para explicar el sentido del asombro y la belleza inherentes a la vida.

Si me permites que haga un pequeño apunte sobre esta idea, me gustaría decirte que, como digo siempre, al menos a día de hoy, creo que ante la dificultad de poder decidir qué es la verdad o la idea que lo explica todo, acabas por elegir ideas parciales que te ayudan a moverte por el mundo. Te lo digo con una imagen que vale más que mil palabras. Imagínate un mercado de ideas. En el mercado, cada vendedor trata de ofrecer su opinión.