LUIS DALERA

Sí, lo tenemos aquí a Luis. ¿Me estás escuchando, Luisito? Hola, Oscar. ¿Cómo te va? ¿Cómo andan ustedes? Y bien, vos sabés que emocionado. Por eso digo, uno que está acá, no sé si es verdad o es mentira, pero el que está acá uno tiene que sacar la sonrisa, ¿viste? Pero hay veces que no.

Y no lo hacemos por estar triste, no, no, no. Es por el respeto y el recuerdo de quién fue tu padre y vos, que estás siguiendo los pasos de él perfectamente.

Muchas gracias. Mirá, yo te cuento una intimidad. Yo también estoy muy emocionado por lo que se viene.

Sí, no, bueno, bueno. Eso es bueno, claro. Eso es bueno. Así que, y todo ha de ser con felicidad.

Bueno, Luis, ¿cómo entonces más o menos, bueno, si querés decirme algo de lo que estás haciendo hoy, de lo que pensás y después, bueno, y entre medio vamos a estar hablando de tu actuación aquí en Los Ángeles, lo cual nos llena de emoción muy profunda.

Sí. Mirá, más que nada estoy ya abocado al viaje, porque yo voy por México primero, después voy para Los Ángeles, después voy para Miami, después vuelvo a México, entonces tengo que ensayar tres repertorios.

El que hago solo cantado, no cuatro, el que hago solo cantado, el instrumental melódico que hago solo, otro que toco con unos músicos peruanos en Miami y el de los chasquis.

Bueno, pero ahora vos luego tendrás algo grabado con los músicos peruanos también.

No, no, eso no, porque yo voy y sumo nomás ahí, ya nos comunicamos, me pasan los temas, me pasan las tonalidades y cuando yo voy ensamblamos enseguida y ya salimos.

No, correcto, pero ellos no lo grabarán.

La verdad que no les he preguntado nunca.

Bueno, fíjate, eso ya a su tiempo se verá.

Si vos vas así, si lo graban, quiero una grabación.

Sí, claro, por supuesto.

Mirá, yo te voy a decir, como para presentarte a vos primero, si, discúlpame, fue mi idea y la idea de Raquel, de que primero escuchemos quién fue el mayor, el hombre, el que te enseñó, el que fue tu padre.

Uff, mi referente, te diría.

Claro que sí.

Vamos a escucharlo en El Cóndor Pasa, por el grupo de tu viejo.

Dale.

Adelante, Raquel.

Dale.