Lunes de la 28º semana del Tiempo Ordinario ( ciclo C )

Lunes de la vigésimo octava semana del tiempo ordinario. El evangelio es Lucas 11 29 32. En aquel tiempo la gente se apiñaba alrededor de Jesús y él se puso a decirles, esta generación es una generación perversa, pide un signo pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive lo mismo será el hijo del hombre para esta generación.

La reina del sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y harán que los condenen porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la palabra de Salomón y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen porque ellos se convirtieron con la palabra de Jonás y aquí hay uno que es más que Jonás.

Hay una palabra clave para entender este evangelio, una palabra que se repite varias veces que es la palabra signo. Esta generación perversa pide un signo, no se le dará más signo que el signo de Jonás. ¿Qué significa el término signo? En el Antiguo Testamento los signos son las maravillas que Dios hace en favor de su pueblo. Por ejemplo, los signos ante el faraón, las diez plagas de Egipto, son señales con las que Dios legitima el mensaje de su enviado. Esos diez signos están legitimando a Moisés. Este enviado es un verdadero enviado de Dios. La prueba es que le acompañan esos signos que le dejan perplejo al faraón.

Pero no sólo son para legitimar al enviado los signos, los signos también manifiestan la gloria y el poder de Dios, la capacidad de Dios de hacerlo todo nuevo. Si Dios es capaz de hacer esto, será capaz de transformar el mal del mundo.

Esos son los signos. Pues bien, ahora llegamos al Nuevo Testamento, llegamos a Jesucristo y el misterio pascual se convierte en el signo por antonomasia.

No hay un signo mayor. Es un signo que lleva al hombre a acoger el anuncio de Dios y abrirse a la conversión.

Si ese signo, que es la cruz, no se le dará otro signo que el signo de Jonás, se está refiriendo a Jesús que después de estar tres días muerto resucita al tercer día. Es el signo de Jonás.

Dios espera que después de este signo llegue la conversión del hombre, porque si resulta que con Jonás los ninivitas se convirtieron, después de su predicación, cuánto más nosotros nos tenemos que convertir ante el signo de la muerte y resurrección de Jesucristo. Es el gran signo.

¿Cuál es la señal del cristiano? La señal del cristiano es la Santa Cruz. Así lo aprendíamos en el catecismo, que cada vez que nos antiguemos, que cada vez que hagamos la señal de la cruz, nos acordemos de que este es el gran signo, la muerte y resurrección de Jesucristo. Dios espera que con este signo nuestro corazón se abra a la conversión. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.