La Luz que nos acompaña - José García

Buenas tardes a todos y bienvenidos de nuevo al curso 2025-2026. Hoy vamos a repetir o a recordar una charla que se hizo en la escuela de verano del 2025. Se titula La luz que nos acompaña. Son reflexiones, no son como quien dice verdades absolutas, pero si vivencias de alguien y dejémoslo ahí, de alguien. Así que buenas tardes a todos.

Gracias por la presencia en el día de hoy y el tema que exprondé son reflexiones de las distintas situaciones que la vida nos presenta y la respuesta que les damos según el momento que nos toca vivir. Todo ello de acuerdo con nuestra escala de valores y además esta escala de valores es distinta para cada persona y cambiante a lo largo del tiempo, siempre matizada por los resultados de nuestras experiencias.

Bien, ahí es donde queríamos estar. Bueno, pues como íbamos diciendo, venimos a la existencia en este mundo una y otra vez y sólo guardamos recuerdo de la actual. Las otras encarnaciones descansan en el pasado aunque sus vivencias no se pierden en el olvido. Marcan nuestra manera de expresarnos aquí y ahora y son muchas las preguntas sobre el porqué de la existencia humana y la teosofía nos da respuestas.

Al principio, al principio nos cuesta comprenderlas ya que el condicionamiento que la sociedad nos ha impuesto no nos deja ver que nuestras vidas son como las olas del mar donde el tiempo y la marea no esperan a nadie. Venimos a este mundo durante unos pocos años y lo único que da sentido a esta aventura de nuestra conciencia es hacer lo correcto.

En la antigüedad había una frase en el Trempo de Apolo, en el Oráculo de Edelfos que decía hombre, conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses. He aquí la clave que abre las puertas del misterio. Basta con conocerse a sí mismo para conocer la verdad porque cada uno de nosotros somos eso. Es una frase inquietante que cuesta comprender y mucho más cuesta aceptar.

Pero si reflexionamos sobre ella algo cambia en nuestro interior y las cosas, nuestra manera de comprender la vida ya no es la misma. Se nos abre un océano de vida donde nuestra escala de valores cambia y con los años nos damos cuenta que todo ser humano a lo largo de su vida está siempre acompañado por una energía, por una esencia, por una diversión, llamémosla como queramos, que siempre ha estado ahí.

Es la luz de nuestra conciencia más elevada que siempre ha influido en nuestras vidas guiándonos en la toma de decisiones. A esta luz en filosofía la llamamos el yo superior. Es un concepto espiritual que se refiere a la parte más elevada y sabia.