

Description of Lynch
Más de una vez hemos prometido un Cinemafilia sobre David Lynch... y aquí está. Tenemos el reto de comprimir en un episodio todo lo que pensamos de este creador único, y desde ya sabemos que es imposible. Lynch es demasiado grande.
De Terciopelo azul a Mulholland Drive, de Dune a Twin Peaks (la serie que lo cambió todo), te dejamos una serie de recomendaciones para disfrutar al máximo su obra y entender por qué es el cineasta de nuestros sueños. Y de tus sueños... aunque aún no lo sepas.
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Bienvenidos a CINEMAFILIA, un podcast del periódico JIRÓN.
Somos Mario César Fiallo Díaz y José Alejandro Gómez Morales y juntos les invitamos a descubrir entre cámaras, luces y sonido, el arte de todas las artes.
Pues Alejandro es muy raro estar aquí hablando de los muertos, vamos a ser bastante claros en el episodio de hoy. No habrás dicho raros porque vamos a hablar de David Lynch. Exactamente, vamos a empezar normal el episodio de hoy introduciendo la temática que creo que ya lo hicimos. Todo muy Lynchano, estamos rompiendo tiempos, estamos rompiendo personajes, estamos haciendo de todo en esta pequeña cápsula, pero lo que nos ha reunido hoy aquí es la obra de un hombre que nos trascendió a ti y a mí y que ha trascendido a millones de personas alrededor del mundo. Una leyenda dentro del mundo de las artes cinematográficas y de la pintura también y también de la actuación porque tengo entendido que actuaba en varias series y películas. Lo vimos como John Ford en la película de Steven Spielberg, los Fabelmans. De lo último que hizo.
De lo último que hizo, sí, ya se notaba que estaba mal. No era el David Lynch que uno podría llegar a imaginarse del otro lado de la cámara. Y pues bueno, creo que la mejor manera de comenzar el episodio es hablando sobre su obra con una interrogante como por qué te gusta tanto David. De entrada no te sientes como que triste porque hayamos tenido que decirle adiós los cinéfilos, pero a la vez honrado y contento y orgulloso. Orgulloso de que su obra exista muchísimo porque creo que David Lynch es esa persona que hace una película que es una película que te va a coger la cabeza y te la va a partir en dos y después va a coger un martillo y le va a seguir dando golpes y va a salir una flor de todas esas vísceras.
Así me ha pasado y por eso me gusta. Si el cine lo entendemos dentro de las muchas maneras que hay de entenderlo, si el cine lo entendemos como esa mezcla entre luz y sonido envolvente, imagen y sonido, en fin, y una atmósfera que cada autor puede crear según su gusto y según su personalidad, David Lynch es sin duda alguna un autor máximo. De hecho, nadie se parece a él. O sea, hay muchos autores, pero hay muchos autores que se parecen entre sí. Lynch tenía una manera de encuadrar, Lynch tenía una manera de dirigir.
El tiempo dentro del plano, la manera de estirar el tiempo cinematográfico de él, no se parece a la de nadie. O sea, hay gente inimitable. Incluso la manera en la que destruía los espacios. Sabes, esta ley de espacio-tiempo en todo tipo de narrativas. Lynch, eso no le importaba. Como que en el cine decía eso no tiene nada que ver con lo que yo hago. Estamos hablando ya de su trilogía de Los Ángeles, que me di cuenta que se llama esa trilogía de Los Ángeles gracias a internet. Un punto para Mark Zuckerberg con su trilogía de Mulholland Drive, Island Empire y Carretera Perdida, que son películas donde nuestros protagonistas cambian de lugar, cambian de personalidad, cambian de físico, cambian de espíritu, cambian de todo.
Y eso nos deja ver cuáles son las posibilidades infinitas que tiene el cine. Aprovechemos para recordar que en un episodio abordamos, no hace demasiado tiempo, Mulholland Drive, casi que en un análisis lo más total que pudimos. Sin embargo, yo tengo claro una cosa al empezar este episodio. Nos vamos a quedar con muchas cosas por decir. De David Lynch puedes escribir un libro que cuando lo termines dirás, wow, se me olvidó hablar de tantas otras facetas dentro de sus películas.
O esto podría decirse de otra manera, podría verse de otra manera. Y si Lynch no estaba diciendo lo que yo creo que sí quería decir Lynch... O sea, hay mucha gente que aún en vida le preguntaba, David, ¿qué significa este plano en Mulholland Drive? Y él decía, no sé. A mí me gusta mucho su manera de hacer cine.
O sea, además de su sentido del ritmo, la dirección de actores, que me parece brillante. Es brillante dirigiendo a los actores, lo que extrae de cada uno. Me gusta la manera en que entiende el color. Me gusta cómo introduce el sonido y la música. Fíjate, para mí siempre mi gran referente en cuanto a buen uso de la música dentro del cine fue Tarantino, porque yo me hice cinéfilo con Tarantino.
Pero, trascendiendo los años, encuentro gente que me ha hecho decir, wow, está bueno o mejor que Tarantino. No se trata de poner a competir, pero yo creo que una de las bases del cine de Lynch es precisamente eso. El sentido musical que tiene de la narrativa. Porque, de hecho, la música es un arte con la cual fluyes. Y el cine, por lo general, el cine convencional... Ajá, puedes fluir cuando se pones muy poético, pero por lo general le prestas una atención como que más centrada, o más con los pies en la tierra. Sin embargo, con Lynch no es así.
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