MAESE PÉREZ, EL ORGANISTA (Gustavo Adolfo Bécquer) | Ficción Sonora - Audiolibro

La red marciana presenta maestro pérez el órgano esta de gustavo adolfo quer en sevilla en el mismo atrio de santa inés y mientras esperaba que comenzase la misa del gallo hoy esta tradición a una demandará del convento como era natural después de haberla aguarda impaciente que comenzará a la ceremonia ansioso de asistir a un prodigio nada menos prodigioso sin embargo que el órgano de santa inés ni nada más bola caer que el ascenso bolsas melodías que nos regaló su organista aquella noche al salir de la misa no pude menos de decirle a la de mandela con aire de burla en qué consiste que el órgano de maestro pérez suena ahora tan mal roma me contestó la vieja es que este no es el soya no es el suyo pues que ha sido de él se cayó a pedazos de pura viejo hace una porción de años y el alma del organista no ha vuelto a aparecer desde que colocaron el que ahora les sustituye si alguno de mis lectores se le ocurriese hacerme la misma pregunta después de leer esta historia ya sabe el por qué no se ha continuado el milagroso portento hasta nuestros días una países de la capa roja y la pluma blanca en el filtro que parece que trae sobre su ti todo el logro de los leones de indias aquel que baja en este momento de su litera para dar la mano a esa otra señora que después de dejar las suyas se adelanta aquí precedida de cuatro pagés con hamacas ese es el marqués de moscoso galán de la condesa de villa pineda se dice que antes de poner sus ojos sobre esta gama había perdido en matrimonio a la hija de una polenta señor más el padre de la doncella de quien se murmura que es un poco avaro pero calle en hablando del ruin de roma cataleya aquí se asoma de aquel que viene por debajo del arco de san felipe a pie en gozado en una capa oscura y precedida de un solo creado con una linterna ahora llega frente al retablo repara estéis al deseen basarse para saludar a la imagen la incomm tienda que brilla en su pecho a no ser parece noble distintivo cualquiera le creería un la ingesta de la calle de culebras pues ese es el padre en cuestión mirad cómo la gente del pueblo le abre paso y le saluda entonces sevilla le conoce por su colosal fortuna el solo tiene más tocados de oro en sus arcas que soldados mantiene nuestro señor el rey don felipe y con sus galeón es podría formar una escuadra suficiente a resistir a la del gran turco mirar mira de ese grupo de señores graves esos son los caballeros veinticuatro hola habla también está aquí el flamenco a quien se dice que no han echado ya el guante los señores de la cruz verde merced a su influjo con los magnates de madrid este no viene a la iglesia más que a oír música nada pues sí más pérez no le arranca con su órgano lágrimas como puños bien se puede asegurar que no tiene su alma en su armario sino friendo la en las escaleras de piedra botero vez linda va mal presumo que vamos a tener jara yo me refugio en la iglesia pues por lo que veo aquí van a andar más de sobra los cinta lazos que los paternos ter mirada mirad las gentes del toque de alcalá doblar la esquina de la plaza de san pedro y por el callejón de las dueñas se me figura que he comprado a las del de medina ciudadanía no os lo dije ya sean vista ya se detiene en unos y otros sin pasar de esos puestos los grupos se disuelven los ministeriales a quienes en estas ocasiones apaleaban amigos y enemigos se retiró hasta el señor asistente con su hogar y todo se refugia en el atrio y luego dicen que hay justicia para los padres vamos ya brillan los bloques en la oscuridad nuestro señor del gran podernos asista ya comienzan los golpes vecina vecina aquí antes que cierren las puertas pero calle qué es eso aún no han comenzado