El Maillot Semanal #287 - Van der Poel se toma la revancha en Roubaix

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¿Qué tal? Muy buenas, bienvenidos a el MyJot Semanal, bienvenidos a una cita más con el ciclismo, como cada lunes, subiendo el podcast a nuestros diferentes canales, tanto Evox, Apple Podcast y, por supuesto, nuestro espacio dedicado en Spotify, en una semana en la que, de nuevo, hemos asistido a otro día monumental, con todas las letras, que Paris-Roubaix nos han hecho disfrutar, tanto el ganador, Mathieu van der Poel, por tercer año consecutivo, algo que solo habían logrado dos ciclistas en toda la historia, Octave Lapis y Francesco Moser, como aquellos que le acompañaron en el podio, y uno de ellos fue Tadej Pogacar, demostrando que sí, está preparado también para ganar algún día el Infierno del Norte, para llevarse la reina de las clásicas.

El otro fue Max Pedersen, qué temporada está haciendo el danés, qué manera de sufrir y de tratar de equipararse a aquellos que parecen que están fuera de su alcance, que están en una dimensión distinta con respecto al resto del pelotón. Ha sido, sin duda, el ciclista más sólido, más regular y que más cerca se ha encontrado de Tadej Pogacar y de Mathieu van der Poel.

Son los tres mismos protagonistas del podio de Flandes, lo cual evidencia el buen estado de forma que arrastraban y que evidenciaba que quizá una carrera como ésta, como la Paris-Roubaix, se podía decantar por mínimos detalles. Y eso es lo que ocurrió. Una caída de Tadej Pogacar, cuando estaba en cabeza junto a Mathieu van der Poel y un pinchazo previo de Max Pedersen, en este caso provocó que el danés tampoco pudiese pelear hasta el final. Una victoria que, quién sabe, quizá podría haberse llevado.

Es difícil preverlo y esto en parte es la magia de Roubaix. Es el escenario hipotético que se acaba diluyendo por un accidente, por una caída, por un infortunio. Esto va ligado a la carrera, por lo tanto, siempre nos quedamos con la duda de qué hubiese pasado si. Y lo podemos extrapolar a otros años. Pero al final, aliarse con la diosa fortuna y, sobre todo, buscar esa suerte es algo que normalmente traza con maestría aquel que llega de manera triunfante al velódromo. Y ese fue, otra vez, Van der Poel.

Una vez, quizá sea una casualidad, se lo puedes atribuir a la fortuna. Dos veces ya empiezas a creer que quizá no es fruto tanto de las circunstancias. Desde luego que una tercera corrobora y consolida la creencia de que para ganar esta carrera has de tener un conocimiento, por supuesto, exhaustivo, pero también una habilidad que sólo está al alcance de unos pocos elegidos. Y Van der Poel es uno de ellos. Así que, simplemente, tenemos que agradecer a todos ellos el gran fin de semana que nos han regalado. Y, evidentemente, hoy va a ser el tema central de un podcast que se despide de los monumentos, aunque eso sí, sólo durante dos semanas.

Porque, en breve, también disfrutaremos del cuarto de la temporada con la disputa de Lieja, Bastoña-Lieja, donde el favorito, aquí de nuevo, está de hipogacha. Hay que hablar también de esa dimensión que le ha dado a Paris-Roubaix la presencia del campeón del mundo. Porque vuelve a demostrar que, con esos cinco podios consecutivos que lleva en los cinco monumentos, está preparado para completar la colección. ¿Cuándo? Esa es la gran incógnita. Pero, desde luego, que ya no tenemos ni una sola duda de que va a estar ahí, año tras año, tratando de hacerse con lo que parecía una quimera hace no demasiado tiempo en el ciclismo contemporáneo. Hablaremos de Paris-Roubaix.