Mamá-da

Me encontraba desnudo y sentado a los pies de la cama de mis padres está esperando por una situación que me hacía sentir un ansia y un nerviosismo inmensos apenas podía dejar de mover mi pierna derecha que de manera inquieta se movía arriba y abajo sin lograr calmarme todavía estábamos en pleno verano y algunas gotas de sudor llamarla mi frente pese a eso mi cuerpo sintió unos escalofríos celadores que no paraban de recorrer mi espalda la yerba de esa manera debido a un hecho muy concreto desde hace unos meses tenía una relación sexual la primera de mi vida y habiendo cumplido ya los dieciocho años ya iba siendo hora mi amante y yo habíamos tenido sexo unos maravillosos coitos que me llevaban al cielo y ahora sentado en la cama con los pies aferrados a la mullida alfombra aguardaba por ella tenía ganas de verla lo deseaba hacía dos semanas que no teníamos contacto físico únicamente algún que otro beso furtivo y la cocina o la sala acciones que amenizaban la piel me estaba volviendo loco dentro de mi hogar la presencia de mi padre me ponía de los nervios y cada vez tenía más ganas de que estuviéramos solos sin emb largo eso muy pocas veces ocurría por suerte oyera una de esas ocasiones escuché los primeros pasos la puerta del baño se cerraba y mi se aproximaba dispuesta a cumplir con lo prometido sus ligeros pies apenas hacían crujir crujir la madera sus firmes piernas sostenían un cuerpo que me había vuelto loco desde que tenía memoria y que por fin saciaba mis deseos dentro con una bata de color rojo bien anudada y su habitual belleza lista para honrar su palabra con una tenue luz los dos quedamos iluminados dispuestos a hacer lo que tanto deseábamos sin embargo esta vez no sería recíproco hoy únicamente me tocaba mi terminar satisfecho prometió cumplir uno de mis deseos que obviamente nadie antes me había hecho mi reina mi amante y mi madre me iba a hacer mi primera mamada caminó despacio hasta donde me encontraba no parecerá que sus pies se movieran avanzaba con tal gracilidad que levitaba por encima del suelo la bata de satén le quedaba espectacular apenas le cubría los muslos el color rojo le da una sensación de erotismo incalculable la solía usar para estar en casa como un complemento añadido en pijama no obstante aquel día ocultaba sólo su carne se colocó delante de mis ojos tan despacio que sentí que el tiempo se había detenido y que habitábamos una dimensión paralela en la que nos habíamos perdido pasó con lentitud su mano por mi cabello moreno que era idéntico de ella enredó los dedos masajeando el cuero cabelludo con todo el cariño de una madre hacia nuestros sueños es bien cuidadas y de un negro color intenso me provocaron un escalofrío el recorrido de sus dedos vio por detrás de mi oreja haciendo que la anterior sensación se quedará nada dentro de mi alma surgió un temblor que se asemejó al de un terremoto de madre sonrió a su pequeño cachorro no hay bonito asustado ante semejante leona podía magistrada o bien me comería las yemas de sus dedos siguen su curso rozando mi mejilla y notaba su calor contrastaba con el mío que era una hoguera nacía desde el momento que me dijo que me daría me regaló una de sus sueños sigue su camino rechazado mis labios y pasando por encima de ellos con suavidad puso un rostro diabólico de la pisada la situación suya y todo está bajo su control con la voz más erótica y ardiente que poseía susurro en el silencio de la habitación abre la boca dos de sus dedos se entre mis labios el motivo no lo supe pero los introdujo bien hondo sin mudar su rostro nos sacó rauda habiendo tocado mi garganta y quedándose sus extremidades recubiertas de mis babas siguió su recorrido con los dedos cubiertos de mi propia saliva con calma alcanzó mi barbilla haciendo calzar a mi cara para que le admirase no quería que mirase sus pechos sus piernas o cualquier otra parte de su cuerpo deseaba contemplar el verdor de sus ojos ella agachó ligeramente muy despacio como si el tiempo no importa así quedando su boca muy cerca de mi oreja notaba su aliento arder sobre mi oído era igual que cuando sus jadeos golpeaba mi rostro mientras lo hacíamos de manera salvaje escuché como se humedecía los labios para decir algo sintiendo que su lengua mojaba sus carnosos labios entraba de nuevo su boca soñaba con aquel músculo en otra parte de mi cuerpo no era capaz de pensar en otra cosa mantuve mis ojos quietos al tiempo que notaba