Mamdani, el anti Trump

Soy Fernando de Azuillanueva, hoy es 2 de julio de 2025 y esto es la Contracrónica.

En las primarias demócratas para la Alcaldía de Nueva York, que se celebraron la semana pasada, Soran Mamdani, un joven diputado estatal, ha derrotado de forma sorprendente a Andrew Cuomo, una figura histórica del partido con una larga carrera política a sus espaldas. Cuomo, fue gobernador de Nueva York, fiscal general y secretario de Vivienda en la época de Bill Clinton, se consideraba imbatible, le apoyaba la cúpula demócrata y disponía además de las conexiones familiares adecuadas. Pero se cruzó en su camino Mamdani, hijo de inmigrantes ugandeses de origen indio y situado en el ala más a la izquierda del partido. Hasta hace poco, Mamdani era un completo desconocido, más allá de su distrito de Queens.

Representa una izquierda más radical que la del demócrata típico neoyorquino, que por lo general es favorable al mercado y al crecimiento económico. Apoyado por figuras de ámbito nacional como Alexandria Ocasio-Cortez, propone medidas como el transporte público gratuito, la congelación de los alquileres, supermercados municipales y mayores impuestos a los ricos, ideas que asustan a las clases media y la clase alta de la ciudad. Su origen como inmigrante, su educación privilegiada, la órbita de la Universidad de Colombia, donde su padre fue profesor, y su activismo propalestino, que genera desconfianza entre la comunidad judía, lo convierten en una figura polémica y divisiva.

Su victoria representa un rechazo abierto al centrismo demócrata y a la política tradicional encarnada en Nueva York por Adriu Cuomo. La ciudad y el Estado son bastiones demócratas, allí el candidato del partido suele ganar con facilidad, como lo demuestra la historia reciente con alcaldes como Bill de Blasio y Eric Adams, o la gobernadora en ejercicio, Cathy Hochul.

Pero Mamdani no lo tendrá tan fácil como seguramente se espera. Habrá tres candidaturas dirigidas al votante demócrata, la de Mamdani, la de Cuomo, que no se resignan, y la del actual alcalde, Eric Adams. Estas dos últimas se presentan como independientes. Esto seguramente beneficia al republicano Curtis Sliwam, un candidato flojo aquí en Adams Barrio en 2021. Las elecciones municipales, previstas para el próximo 4 de noviembre, serán un desafío para Mamdani, que se está postulando ya como el antídoto perfecto contra Donald Trump y el movimiento maga.

Para Trump, sin embargo, el ascenso de un candidato demócrata tan radical es algo así como un sueño hecho realidad, ya que Mamdani representa mejor que ningún otro la caricatura que él hace de los demócratas. El éxito de Mamdani se debe tanto a su talento con los nuevos medios y las redes sociales como a la frustración de mucha gente con la gestión demócrata en las grandes ciudades estadounidenses, en las que el coste de la vida, los alquileres y las tasas de criminalidad son sensiblemente más altos que en el resto del país.

Aunque Mamdani está sabiendo capitalizar este descontento, sus propuestas podrían empeorar aún más los problemas. Su victoria, celebrada por algunos como un soplo de aire fresco, es vista en cambio por los republicanos como una gran oportunidad que podría permitirles recuperar la ciudad de Nueva York. Donald Trump no ha tardado en calificarle de lunático comunista, y dentro del partido demócrata cruzan los dedos para que no sea peor el remedio que la enfermedad. La semana pasada, el día 24 exactamente, celebraron las elecciones primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York.

En principio, así, de primeras, algo no muy importante. Algo que rara vez trasciende los límites de la propia ciudad. Es cierto que Nueva York es una ciudad tan importante, pero no como para que unas primarias demócratas vayan más allá de la propia ciudad. A lo sumo que lleven a Washington, si hay algo de polémica, y poquito más. Pero muy rara vez unas elecciones de este tipo, tan internas a las que acude a votar tan poca gente y tan localizadas en un solo municipio, tienen relevancia internacional.

Bien, pues en este caso la han tenido. Este año ha sido diferente. En las primarias del partido demócrata se impuso un diputado estatal llamado Choram Mandami, un tipo joven de solo 33 años, que le sacó nada menos que siete puntos de ventaja al que era favorito para ganarlas, Andrew Cuomo. Que seguramente los que seguís la política estadounidense le conozcáis.