Las Mañanas 19-05-2025 El gran peligro de la espigas para los perros

Conectado. Edu, buenos días.

Buenos días, Cristobal.

Buenos días. ¿Cómo estás? ¿Qué tal hemos empezado este lunes? Mira, estoy preparándolo todo porque me voy unos días de vacaciones.

¡Ostras! ¿Te vas otra vez de vacaciones? Sí, a Marruecos.

¿A Marruecos? ¿Ya has estado por ahí entonces? Sí, he estado por ahí.

Bajo comisa, que no lo conoces, para enseñárselo un poco yo.

Ah, bueno, o sea que vas como en una nueva visita, en plan ya de explicar tú cómo ver los sitios, ¿no? Eso es. Y para saludar a la gente que me ayudó cuando fui con la Furgo, que me abrió y esas cosas, las amistades que hice por allí.

Para pasar unos días con ellos.

Qué buena, bueno. ¿Cuándo te vas, dices? A las dos y media sale el avión.

Ah, vale, que te vas ahora a las dos y media.

Te estoy llamando dos horas antes de que cojas el avión, ¿no? Eso es. Bien, se llama ir apurando, sí, señor.

Me imagino que tengas ya todo preparado, me imagino.

Sí, sí, ya está. Una duchita y ya está.

Nada, pues no te voy a robar mucho tiempo.

Oye, las famosas espigas, las peligrosas espigas que pillan nuestros perretes y que son muy peligrosas, ¿no? Peligrosísimas, Víctor.

No te puedes imaginar lo peligrosas que pueden llegar a ser, ¿vale? Cuéntame, a ver, cuéntame.

Mira, yo he tenido aquí casos de casi perder una pata a cuenta de una espiga.

¿En serio? He conocido casos de que una espiga aspirada por la nariz, ¿vale? Se situó en una parte de la columna vertebral y acabó causando una parálisis a un perro, dejándole paralítico de las patas de atrás.

¿Eh? O sea, las espigas son muy, muy, muy peligrosas.

¿Las espigas qué son? ¿Los típicos pinchitos que pillamos por ahí? Eso es, cuando éramos pequeños, ¿de acuerdo? Nos las pelicitábamos de las plantas.

¿Cómo duele, eh? ¿Cómo dolían? Qué finitos eran, eh.

Pues eso es, eso es.

¡Ostras! Y cuanto más pequeñas, peor todavía. ¿Y cómo detectarlas? Pues mira, cuando saquemos a nuestros perros a un trago donde haya muchas espigas de esas, ¿vale? Pues cuando llegamos a casa, hay que palpar muy bien zona de las orejas, entre los dedos de las patrucas, ¿vale? En las axilas, los codos, ¿vale? En sitios donde normalmente se quedan clavadas.

¿Vale? No las vemos y pueden generar unos problemas, ya te digo, trágicos, como va a salir el carrete, ¿vale? ¡Ostras! Mira, el último perro que bajé, ¿no te acuerdas? Cuando la pagaron, ¿te acuerdas? Estaba por Málaga, que había llegado un perro, que se iba a Granada, adoptado y demás.

Sí, ¿se contaste a Calleja? Eso es, pues mira, cuando estuve con ellos allí, al trago que les sacaron, había muchas espigas.

Estuvimos hablando de ello y justo después, a los pocos días, me llamaron que tuvieron que sacarla una, ¿sabes por qué? El problema, Víctor, es que tú no las ves, se clavan en la piel y se van metiendo hacia adentro, ¿vale? Y cuando tú te quieres dar cuenta, muchas veces, es porque el perro se lame, se chupa y empieza a supurar.

Sí, sí.

Entonces, cuando veamos algún pequeño orificio dentro de las patas de nuestros perretes, en las orejas, en las axilas, ¿vale? Entonces, en cuanto veamos que hay un pequeño agujérico y está supurando, que el perro no le ha mordido a nadie, no ha tenido ningún golpe así aparente, y al trago que les solemos sacar hay espigas, acude al veterinario a que le hagan una exploración, porque posiblemente sea una espiga, y ya te digo que son peligrosísimas.

Sí, sí, sí.

Ostras, no pensaba que eran tan peligrosas, eh.

Ya, pero no te puedes ni imaginar.

¿Vale? No te puedes ni imaginar. Tú ten en cuenta que viajan por dentro del organismo, te van moviendo y van generando una infección.

¿Vale? Que si no la cogemos a tiempo puede causar daño, ya te digo, hasta dejar a un perrete en sillita de ruedas, ¿eh? Hay que tener mucho cuidado con ellas.

Pues queda dicho. Edu, que no te entretengo más, que lo sepan nuestros oyentes, consejos que damos en la radio, como siempre, con la Spruan, contigo, gracias.

Que vaya bien el viaje. ¿Cuánto tiempo vas a estar? El 29 estoy aquí ya.

El 29 estás ya aquí.

O sea, que si te llamo la semana que viene, estás allí.

Me tendría que llamar por WhatsApp, seguramente.

Vale, pues lo hablamos previamente.

Muy bien. ¡Cuídate! Un abrazo. Adiós.

Chao.