LAS MAÑANAS DE RADIO ATALAYA: El caso de Francisco Bonilla por Javier Joaquín Montes

Del 13 de abril de 2015, aquel lunes, todo transcurría con relativa normalidad. Él vivía con su hermano, con Vicente Bonilla, en una huerta que justamente se encuentra en el arroyo que hay en El Chorrillo, una zona que es bastante transitable para la ciudadanía y que se ubican viviendas, huertas y campos de algunos de nuestros vecinos. Y hasta ese día, pues todo era bastante normal. Francisco era uno de esos vecinos, un hombre jubilado de 68 años, sin hijos, con una salud y economía estables, y vivía con su hermano, como te comento, en un ambiente tranquilo, mantenía una buena relación, solían comer juntos.

Y pues aquel día, Fran, tal y como cualquier otro día, ¿no?, como suele hacer habitual en familia, pues almorzaron juntos. Y tú, junto con tu compañero Javi, has realizado un reportaje sobre este hecho, porque se cumplen 10 años el próximo domingo de la desaparición de Francisco Bonilla. Imagino que al hacer el reportaje, Javi, te has documentado muy bien y por ello sabes cosas del tema que quizás nuestros oyentes no sepan. Así que cuéntanos un poco cómo ha sido ese proceso de documentación a la hora de hacer el reportaje.

En efecto, Fran, se trata de un reportaje que dentro de la asignatura de tercero del grado en periodismo de la Universidad de Sevilla, de relación periodística de prensa, pues había que hacer un reportaje y nada más plantear el profesor en clase esa posibilidad, esa tarea de hacernos, pues me planteé tratar el tema del caso de nuestro paisano y también se lo trasladé a un gran amigo y compañero, Antonio Jesús Montero, que me ayudó a hacerlo.

En cuanto al proceso de documentación, pues nosotros nos pusimos en contacto con diferentes familiares a los que también les damos la gracia públicamente para poder llevar a cabo este reportaje, así como al exjefe de la policía local en aquel momento, a José Agudo, y algún que otro vecino que también nos contó algunos detalles para conocer más de cerca también a Francisco. Luego también contamos con la ayuda de nuestro compañero del diario Córdoba, de Pepe Moreno, y por último también con el alcalde de Cabra, con Fernando Priego, que también nos contó un poco la postura del ayuntamiento ante este suceso.

¿Y qué pistas o teorías hay sobre la desaparición de Francisco, que se han explorado y por qué no se ha llevado a cabo una resolución clara en cuanto a este tema? Bueno, Frank, pues como te contaba antes, aquel lunes 13 de abril de 2015 todo transcurría con normalidad. Su hermano Vicente trabajaba en la cooperativa Olivarera Virgen de la Sierra, a unos 250 metros de la huerta, y nos contó que se fue a trabajar sobre las tres y cuartos A partir de ese momento Francisco se quedó solo en casa toda la tarde, como cualquier otro día, y lo que cuenta una vecina desde aquel día es que había dos personas desconocidas con él en su huerta conversando.

Iban con ropa azul, estas dos personas no las hemos podido todavía identificar, pero esa fue la última vez que alguien lo vio. Tras ello Vicente asegura que estaba arreglando un piso que tiene en la calle Baena y llegó a la huerta alrededor de las 7 u 8 de la tarde, en una vivienda que se encuentra a unos 800 metros, para que nuestros oyentes se pongan también en contexto de la distancia que hay entre el piso de la calle Baena hasta la huerta de donde se encuentra su hermano Francisco.

Cuando llega a casa, cuando llega a casa de esa tarde del lunes 13 de abril, Vicente llama al resto de los hermanos, porque cuando llega a la huerta lo único que quedaba de su hermano Francisco era una silla vacía tirada por el suelo, su gorra, sus gafas, debajo del caqui, que era un sitio donde solía estar siempre Francisco debajo de aquel caqui. Muchos vecinos nos contaron que siempre que pasaban por allí, Francisco estaba debajo de su caqui, pendiente de la huerta y demás. Y una vez llega Vicente del piso de la calle Baena, según nos cuentan, pues lo único que se encuentra, como digo, es su gorra en la silla vacía.