Las Mañanas de Onda Aragonesa, "El Espía" (28/04/2025)

Bueno, pues en esta misteriosa mañana de lunes continuamos, nada más y nada menos, con El espía, de Jorge Díaz. Buenos días, Jorge. Hola, buenos días, ¿qué tal estás? Pues muy bien, ¿tú qué tal? Bienvenido a nuestros estudios. Bien, además es la primera vez que vengo a estos estudios y me encantan. Sí.

Muy bien aquí. Estamos muy bien, muy iluminados y ahora nos vas a iluminar tú todavía más porque nos vas a contar un poco de qué es El espía, sobre qué trata. El espía, pues El espía trata sobre un personaje que me encontré hace muchos años, el varón Von Roland, que ni era varón ni se llamaba Von Roland.

¿Cómo es esto? Cuéntanos. En realidad se llamaba Isaac Errati y era un judío de Salónica, nacionalizado alemán, que fue el jefe de los espías alemanes durante la Primera Guerra Mundial en Barcelona. Y entonces se dedicaba a cosas como evitar que en Barcelona se colaborara con los aliados. Por ejemplo, se enteraba de que en una fábrica iban a fabricar espoletas para las granadas del ejército francés.

Se encargaba de que en esa fábrica hubiera huelgas, atentados, lo que fuera. El caso es que no llegaran las espoletas y no las tuvieran que usar contra los alemanes. Pero tenía una actividad más que fue la que a mí me resultó fascinante. Resulta que los alemanes tenían submarinos. Entonces los submarinos que estaban en el Atlántico podían ir a repostar a los puertos alemanes, pero los que estaban en el Mediterráneo no.

Entonces necesitaban poner bases secretas porque los ingleses, con su armada, en cuanto descubrían una de esas bases la bombardeaban. ¿Y dónde ponían estas bases? La primera la pusieron en Tortosa, en Tarragona. Los ingleses la descubrieron casi de inmediato y tuvieron que poner otra. Y hubo otra que la escondieron tan bien que no se sabe dónde está. ¿No se sabe dónde está y estará todavía? No, ya no se supo.

Aquello se trataba de que fuera un lugar donde no se viera. Un lugar secreto. Y entonces yo un día paseando, después de presentar una novela por Mojácar, de repente dije, pues si yo fuera un alemán y tuviera que poner aquí una base de submarinos en España, la pondría. Pues que esto al final hace que nuestra mente piense a veces de una manera maquiavélica. Pensamos como generales.

A veces pensamos, sí, sí, sí. Y además la figura de los espías que tan necesaria y tan arriesgada, pero realmente necesaria. Bueno, necesaria desde en esos momentos. Incluso a veces por su propia supervivencia, digo. A ti te va el mal. O los dobles espías. O sea, imagínate, los dobles espías. Que es todo mentira.

Que es todo mentira. Tienes que mentir continuamente. Tienes que tener buena memoria para esto. Tienes que ser un mentiroso muy profesional. Yo no sé si lo conseguiría. Lo has conseguido plasmar en esta novela. ¿Cómo lo has hecho? Pues pues mintiendo mucho. Mira, la novela empieza cuando el varón, Von Roland...

Bueno, realmente es que yo me encontraba con un problema, que es que el varón Von Roland en el año 49 desapareció y nunca se supo que había sido él. Todavía se sigue sin saber qué hizo el varón Von Roland. Entonces yo me lo he inventado. He puesto ficción completamente y como tampoco tenía muchas ganas de inventarme, lo he matado en la primera página. Ya directamente ha desaparecido.

Lo mato en la primera página. Bueno, pues no se enamoren de este personaje los que nos estén escuchando porque va a estar poco tiempo.

Y entonces realmente en el pueblo, en Mojácar, saben que hay uno al que llaman el varón, que es un alemán de los que ellos creen que se ha fugado durante la Segunda Guerra Mundial. Estos nazis que se fugaban a Argentina, a Brasil, a España. Y entonces ellos piensan que allí vive un nazi fugado.

Pero el día que el varón muere, al hacerle la autopsia, descubren que tiene unos números grabados en la muñeca. Los números que se tatuaban los judíos en los campos de conflagración. Entonces, claro, lo primero que dicen es espera, ¿este era nazi o era judío? Y para descubrir quién lo ha matado, tienen, lo primero es que saber quién era. Y ahí es donde nace la novela. La novela, por un lado, está la investigación de la muerte, que lleva el cabo Bermejo, un policía, un cabo de la Guardia Civil, jovencito, que es su primer caso, que le mandan a Mojácar, y él sospecha que le mandan con la investigación.