Martes 9 de septiembre – Lucas 6, 12-19. Pasó la noche orando. Escogió a doce, a los que nombró apóstoles.

Pasó la noche orando, escogió a doce a los que nombró apóstoles. Fijaos qué importante es ver cómo en la vida de Jesús, cuando algo grande, cuando algo trascendente, cuando algo que va a tener consecuencias, cuando tiene que tomar una decisión muy importante, él siempre cuando va a pasar eso, previamente hace oración. Dice que pasó la noche entera, la noche entera orando, no durmió estuvo pensando, presentando al padre y entonces de todo el grupo de sus discípulos escogió a doce y a esos doce los nombra apóstoles, que en definitiva iban a ser los obispos, los obispos que nada más nombrarían después presbíteros y que tenían que presidir al pueblo de Dios.

Pero en definitiva lo importante es que Jesús no decide nunca nada si previamente no lo ha hablado con su padre Dios y no se ha llenado, estaba lleno del Espíritu Santo evidentemente, pero a través del amor del Espíritu Santo. También nosotros cuando tomamos decisiones muy importantes tenemos que hablar con Dios y tenemos que preguntarle a Dios cuál es su voluntad, qué quiere de nosotros y qué quiere que desde nosotros tomemos. A lo mejor efectivamente a Dios no le importa si te vas a poner un vestido verde o un vestido azul o qué vas a comer hoy o qué vas a tomar mañana, es decir, esas decisiones no son las importantes.

Las importantes es con quién vas a fundar una familia, qué estrategia vas a tomar con tu hijo con el que te cuesta tanto a lo mejor tener una relación, cuándo vas a perdonar a esta persona y cómo la podrías perdonar, son cosas muy profundas y entonces lo que tú veas que es importante en tu vida para eso, para seguir sacándolo adelante, tienes que hacer oración, tienes que contar con Dios y no solamente preguntarle a Dios qué quieres que haga, porque a veces la vocación ya está muy clara, si tienes una familia, en mi caso soy sacerdote, pues Dios quiere que perseveren en mi sacerdocio y que cada día me entregue, pero sobre todo más que qué quieres que haga, cómo quieres que lo haga, por qué caminos, con qué metodología, empaparme más de caridad, si a veces es tan importante el qué como el cómo y a veces tenemos las ideas muy claras, sí yo quiero querer mucho a mi familia pero a lo mejor en el cómo lo hacemos a gritos o lo hacemos a la distancia o sin decir nunca te quiero o sin dar nunca un beso o sin decir nunca gracias y por eso haz oración, cuando tengas algo que te preocupe, cuando no sepas cómo resolver algo, cuando realmente tengas que tomar decisiones porque sabes que te estás equivocando en el modo que lo estás haciendo hasta ahora, párate, habla con Jesús y pregúntale, señor tú cómo lo harías, tú cómo tratarías a esta persona, no como lo haría yo, sino viendo el evangelio y viendo tu ejemplo y viendo tus palabras, cómo lo harías tú y así hoy aprendemos de esta palabra de vida que cuando tengamos una decisión importante como Jesús, primero la oración y después la decisión.