
Martes Santo 15 de abril - Juan 13, 21-33. 36-38. No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.

Description of Martes Santo 15 de abril - Juan 13, 21-33. 36-38. No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.
Meditación del día 15 de abril de 2025 Palabra de Vida
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.
Qué bonito en este Marte Santo ver cómo la iglesia nos va conduciendo hacia la pasión y las diferentes actitudes. Por ejemplo, ayer veíamos como Judas se enfadaba porque pensaba que se gastaba mucho dinero en el maestro y hoy Pedro, pues con ese... Pedro era fantástico, tan generoso, tan bueno, pero un poco echado para adelante. Maestro, yo nunca te voy a abandonar.
Y dice, Pedro, que antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces. No, no, imposible.
Y sin embargo, fijaos qué bonito cómo Jesús no deja caer a Pedro porque sepa que se va a equivocar. Le sigue, le sigue, le dice tú y cuando te recuperes, confirma a tus hermanos, no te preocupes, si sé que lo vas a hacer mal, pero sigo contando contigo. Qué bonito es cómo el Evangelio no nos presenta a los apóstoles como si fueran unos héroes griegos o esos guerreros romanos o persas que vencían a los enemigos. Los apóstoles eran como nosotros, frágiles, con miedo a veces, huían, volvían, se equivocaban. Qué bonito que Jesús contaba con todo ese mundo de la debilidad para hacer la salvación.
Y yo, porque me haya equivocado, el Señor no me desprecia, todo lo contrario. Dice, venga, recupérate. Si me vas a negar tres veces y aún así eres Pedro, vas a ser la piedra sobre la que voy a edificar mi iglesia. Porque confío en ti, Pedro, y confío en tu capacidad de recapacitar, en tu capacidad de volver sobre ti, de rectificar, de pedir perdón y volver a empezar. Y por eso sí, yo cada vez que me confieso perdonar, que es una confidencia, lo que más me impresiona es que cuando Dios me perdona mis pecados, Él sabe todo lo que voy a seguir pecando.
A mí me gustaría no pecar nada más, pero por desgracia me sigue pasando. Y qué bonito saber que Dios me perdona aunque sepa que voy a volver a equivocarme. Deseo que no, pero luego veo la experiencia que es que sí. Es decir, que tus fallos, tus pecados no son un impedimento para que el amor de Dios te llene.
Siempre y cuando lo reconozcas. Siempre y cuando se los entregues. Siempre y cuando tengas un deseo más o menos sincero. Es decir, cómo me gustaría ser de otra manera, Señor. Cómo me gustaría no ser así. Yo te lo pido, deseo y luego no me sale. Y cuando llega el momento, buf, con dos de pipas cedo a la tentación.
Si el pobre Pedro se dio ante una pobre criada que Pedro se avergonzó de conocer a Jesús e incluso llegó a jurar que no le conocía. Que es muy duro jurar, que no conozco al maestro. Te lo juro, mujer, no sé de quién hablas. Pero Jesús le dijo, te va a pasar, no te preocupes, sigo contando contigo. Tu debilidad no me importa. Me importa tu capacidad de volver a empezar. Me importa tu capacidad de, si te caes, volverte a levantar porque siempre encontrarás mi mano tendida para que te levantes. Porque el santo no es el que nunca cae. El santo es el que siempre se levanta de sus caídas.
Comments of Martes Santo 15 de abril - Juan 13, 21-33. 36-38. No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.