Description of ¡Más madera, es la guerra!
Esta semana arrancamos con una reflexión sobre lo suficiente y lo excesivo. Esa obsesión tan humana por querer siempre un poco más: más rápido, más grande, más potente. ¿De verdad lo necesitamos o nos basta con lo suficiente para ser felices?
Con esa pregunta en la mochila charlamos con Quique Franco sobre la escalada de potencia en el mundo de la moto. Deportivas con más de 200 caballos, trails que parecen superbikes y ayudas electrónicas que prometen controlarlo todo. ¿Es un peligro? ¿Hace falta tanto caballaje? ¿O seguimos confundiendo sensaciones con cifras?
Y como siempre, nos dejamos llevar también por los viajes: desde playas infinitas en Nicaragua hasta la mirada curiosa que despierta cada ruta. Porque en el fondo la carretera, los excesos y lo suficiente son solo excusas para hablar de lo mismo: de la vida.
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Viajo en moto. Un podcast de viajes, de aventura, de lugares lejanos o no tanto, y de grandes viajeros o no tan grandes. Hola, estimada chavalería, aquí comienza Viajo en moto, el programa de los viajes en moto. Con Roberto Naveiras, con traje de geisha en Asturias, en el norte de la península ibérica.
Hablamos de viajes en moto, viajes en camión, viajes en furgoneta y mil cosas más. Hola a todo el mundo, qué tal, saludos cordiales muchachada. Saludos desde Grandes de Salime, en el occidente de Asturias, donde la lluvia es arte. Pero hace ya dos meses que no llueve. Bueno, hoy está empezando a llover.
Si llueve, porque llueve. Y a los hosteleros se les agua el negocio. Si no llueve, porque hay sequía y hay incendios y los agricultores necesitan el agua.
Qué bien nos viene ese dicho popular que reza algo así como nunca llueve a gusto de todos.
Además, si llueve siempre habrá alguien al que le parezca que es poca la lluvia que está cayendo.
Es el signo de la humanidad, nunca estar conforme. Siempre queremos un poco más.
Si estás bien, quieres estar mejor. Y si estás mejor, quieres estar excelente.
Mira, hace siglos las ciudades competían por ver quién tenía la catedral más alta y más bonita.
En el siglo XIX, a ver quién hacía el barco más grande. Y en el siglo XX, había que llegar más rápido, más alto, más lejos, siempre un poco más.
Tenías el 21-3 y estabas esperando a ver cuándo salía el 21-4.
Y en pleno siglo XXI seguimos igual, usando un smartphone de 1000 euros o 1500 y con una potencia inusitada, que ya quisiera para sí el 21-4, para enviar memes chorras.
Para eso usamos un smartphone de última generación, para ver vídeos de TikTok.
Tenemos 4x4, coches de 300 caballos para ir por caminos de tierra, o drones que te graban en 8K, para luego ver esos vídeos en la pantalla del móvil.
Sí, es un smartphone de última generación.
La pregunta que subyace y que deberíamos hacernos es ¿hacia dónde vamos? ¿Dónde está el límite? ¿Dónde termina lo necesario y empieza lo excesivo? ¿Necesitamos de verdad todo esto? O dicho de otra forma, ¿cuánto necesitamos para vivir, para disfrutar, para sentirnos plenos? Y es que no siempre lo que buscamos es lo que necesitamos, sino lo que nos da prestigio o lo que en ocasiones alimenta nuestro ego.
Muchas veces compramos más con la idea de lo que van a opinar los demás sobre la compra que acabamos de realizar pensando en lo que realmente nos podría satisfacer.
No hay que confundir el tener más con vivir mejor.
Quizá hay que entender el disfrute y descubrir que lo valioso, lo verdaderamente valioso, no está en lo extraordinario, sino en lo suficiente.
Igual una moto de 50 caballos, tomando una curva de tacto a tercio pelado, a un ritmo tranquilo es suficiente para que se nos llene el corazón y el pecho.
Una carretera secundaria en un día de primavera, una parada para sacar una foto, un olor delicado y efímero, ¿no es esto lo suficientemente valioso?
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