
Me casé con un marido más joven que yo. Estoy perdida.

Description of Me casé con un marido más joven que yo. Estoy perdida.
Me casé con un marido más joven que yo. Estoy perdida.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Hola, buenas noches. ¿Cómo estás? Pues no lo sé, estoy perdida. ¿Por qué? Pues mira, con un marido de 17 años, que lleva 8 años haciéndome lo mismo.
Hemos estado dos veces de abogado por parte de él, más que nada, porque, bueno, empezaba a venir cuando le daba la gana, porque dice que se liaba a tomar unos quintos.
Perdona, perdona, perdona, se iba a casa de su madre, luego mensajes, llamadas, no puedo vivir sin ti, cariño, aquí, vaya, volvía, y así, una vez y otra vez, una vez y otra vez, siempre me ha convencido,
yo le quiero, ya casi menos, te diría, porque ya no confío en él, que viene diciendo que me quiere más que a nadie en el mundo, que no puede vivir sin mí, y cada dos por tres se larga.
Y hace un mes y medio vino otra vez, dos horas convenciéndome, yo le dije, no, no me fío de ti, porque vas a hacerlo otra vez, los niños sufren, tenemos dos hijos, uno de 15 y uno, ¿estás ahí?
Sí, sí, claro.
Y uno de, y una nena de 12, cada vez que te vas, pues claro, aquí sufrimos todos, no, no, me lo he pensado muy bien, solamente puedo estar contigo, que tal, que cual, hace un mes y medio, más o menos, ¿vale?
Bueno, pues estuvo aquí, normal, como siempre, yo le dije todo, primero habla con tu hijo, porque ya es que me da esta vergüenza de salir a la calle, y habla con él porque yo veo que él se enfada cuando vuelve, ¿vale?
Aunque él lo adora a su padre, pero se enfada como, conmigo, ¿me entiendes? Y bueno, que sí, que sí, que sí, ha estado aquí muy bien unos días, hemos salido juntos a tomar un café, de compras, ¿vale?
Y lo veo que empieza a no hablarme, a no hablarme, a no hablarme, y el otro día ya hablo con él y le digo, ¿qué pasa? Y le digo, yo así no puedo vivir, yo quiero salir como salía antes, que siempre hemos salido mucho,
yo quiero hacer planes, de hecho íbamos a vender el piso, nos íbamos a ir fuera, lo tenemos a la venta, y ahora empieza, me dice que él es un lastre para mí, que lo mejor que puede hacer es desaparecer de mi vida, y que, porque si no, pues yo nunca voy a ser feliz.
Y yo le digo, bueno, si eso es todo lo que tiene que decir, todo lo que me dijiste el otro día era mentira, porque si vuelves a casa después de tantas veces, una persona sabe lo que siente, o sea, eso lo tengo claro como el agua, sabe lo que siente, y eso es porque me has engañado otra vez.
Y yo le digo, pues vale, y dice, bueno, vale.
¿Y siempre te engaña del mismo modo?
Siempre.
¿Cómo?
Pues coge y no aparece, o se larga, y dice que él normalmente en casa ni bebe, que se ha juntado con alguien, que se ha tomado unos quinto, me puede venir al día siguiente como a los dos días, y me dice que me jura por mis hijos, que no ha estado con ninguna mujer, que no quiere a ninguna mujer, que ni la busca.
Pero cuando se marcha, ¿dónde va exactamente? ¿Siempre al mismo lugar?
Según él, pues sí, tiene unos amigos que yo no conozco, en un barrio de aquí de Barcelona, pues con los cuales se fuma cuatro porros, y se bebe quinto, y lo que, no sé, ¿sabes? Lo que él quiera decir, porque ya no me creo nada.
Pero siempre vuelve, siempre vuelve, dos veces de abogados, dos veces me ha convencido, ¿por qué? Porque yo sé lo que tú me vas a decir, que yo soy la que le he permitido.
Carmen, ¿cuánto tiempo tarda en volver?
¿Cuánto tiempo?
Sí.
Un mes, dos meses, un mes y medio más o menos.
¿Y cuánto tiempo tarda en volverse a marchar?
Pues más o menos lo mismo.
¿Y lleváis así cuánto tiempo?
Ocho años más o menos.
¿Y sabes qué te digo, Luis?
Dime.
Ya verás, el día de este que hablamos, que me dijo que era un lastre para mí, que iba a desaparecer de mi vida, ¿sabes lo que ha hecho? En lugar de irse a casa de su madre, que tiene una habitación allí apuesta desde que otra vez se ha ido,
que vive dos calles más abajo de mi casa, pues en lugar de irse allí, que está cerca, iba a desaparecer de mi vida, se ha venido donde yo vivo, seis pisos más arriba, le ha alquilado del piso a su padre, porque su padre tiene un piso en alquiler y lo han dejado vacío.
¿Y sabes qué ha hecho? Lo ha alquilado. El que iba a desaparecer de mi vida. Y yo sé que no va a desaparecer.
¿Y entonces ahora mismo está viviendo ahí?
Está viviendo aquí y tengo el piso a la venta, y entonces, porque nos íbamos a ir todos, para cambiar de amistades, de amigos, desde el sitio. Y ahora estoy yo en un globo, porque yo no tengo familia, ¿vale?
Yo lo único que tengo es salir a mis hijos. Hemos puesto el piso a la venta. Yo me voy a llevar la mitad y él la mitad, ¿vale? Yo con la mitad no me voy a comprar un piso ni en un pueblo, porque yo si lo vendo es para irme.
Entonces pienso, bueno, a mí no me conviene porque yo me he quedado en el paro. O sea, es que me ha pasado de todo, ¿vale? Si yo ahora me quedo aquí, yo voy a pagar la mitad de la hipoteca, que son 150 euros, porque pago 300, ¿vale? Y él me tendrá que pasar por los críos.