Meditación Diaria #2343 Alégrate Febrero 12-2025
Episode of Meditación Diaria (Pastoral UPB)Description of Meditación Diaria #2343 Alégrate Febrero 12-2025
Serie producida por Radio Bolivariana y el equipo de Vicerrectoría Pastoral de la Universidad Pontificia Bolivariana. Edición: Alégrate.
En el evangelio de Lucas (1,46-55) encontramos un Cántico de María cuando fue a visitar a su prima Isabel, que comienza: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.”
Oración sublime, que san Beda el Venerable (+735) comenta así: ‘Con estas palabras, María reconoce los dones singulares que le han sido concedidos, y también los beneficios comunes con que Dios favorece al género humano’.
El Cántico continúa: “Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador”, ‘el espíritu de aquel cuyo deleite consiste únicamente en el recuerdo de su Creador, de quien espera la salvación eterna’.
Estas palabras, aunque son aplicables a todos los santos, hallan su lugar más apropiado en los labios de la Madre de Dios, ya que ella, por un privilegio singularísimo, vivía derretida de amor por aquel que iba creciendo en su seno.
María pudo alegrarse más que cualquier otro santo al reconocer que Jesús, el autor de la salvación, era su Hijo y Señor.
Padre Hernando Uribe Carvajal, ocd.
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Programa de Radio Bolivariana, de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia.
Meditación Diaria Mensajes para la Vida
Alégrate. En el Evangelio de Lucas 1, 46-55, encontramos un cántico de María cuando fue
a visitar a su prima Isabel, que comienza, Proclama mi alma la grandeza del Señor.
Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. Oración sublime, que San Beda el Venerable,
735, comienza así. Con estas palabras, María reconoce los dones singulares que le han sido
concedidos, y también los beneficios comunes con que Dios favorece al género humano.
El cántico continúa, Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. El espíritu de Aquel cuyo
deleite consiste únicamente en el recuerdo de su Creador, de quien espera la salvación eterna.
Estas palabras, aunque son aplicables a todos los santos, hallan su lugar más apropiado en
los labios de María, Madre de Dios, ya que ella, por un privilegio singularísimo,
vivía derretida de amor por Aquel que iba creciendo en su seno. María pudo alegrarse
más que cualquier otro santo al reconocer que Jesús, el Autor de la salvación,
era su Hijo y Señor. Padre Hernando Uribe Carvajal
Meditación diaria Una producción de la
Vicerrectoría Pastoral de la Universidad Pontificia Bolivariana
Programa de Radio Bolivariana de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia
