El mejor oficio del mundo (Ep.6)

Capítulo seis el mejor oficio del mundo hacía rato que no saboreaba la cerveza sencillamente la derramaba en su interior en un proceso mecánico con el que intentaba pasar las horas y emborracharse lo suficiente como para que todo comenzara a darle igual pero hasta que eso sucediera michael odiaba verse convertido en el cliché de su profesión periodista cierra bares con especialidad en morriña por el romántico pasado de un oficio que ve sus últimas horas nada nuevo michael había cultivado su amor por el periodismo mientras éste se hallaba preso en el corredor de la muerte con la única incógnita de fecha y hora para la ejecución al estilo japonés el periodismo llevaba sentenciado desde que internet cambió las reglas del juego y el ciudadano medio comprendido que ya no era necesario seguir pagando por algo tan trivial como recibir información de calidad michael todavía conseguía trazar una ligera sonrisa cada vez que recordaba que no siempre había pensado igual para él y sus colegas de promoción internet no había representado amenaza alguna al contrario la suya sería una época emocionante llena de oportunidades ya no estaban constreñidos en la rigidez de una imprenta y sus dictatoriales horarios a ser respaldados económicamente por el banco inversor o inconsciente alguno cualquiera podría abrir su propio medio ser su propio medio cualquiera otra le preguntó el camarero con la sequedad de quien considera su cliente una molestia claro respondió michael guardándose un gilipollas bajo la lengua le jodía ir a ese bar pero era el más cercano a la redacción y el más barato de la zona combinación ganadora tiempo atrás había dejado para otros la cerveza belga y el ron viejo los suyos eran momentos de ligera ebriedad y patética compasión patrocinados por la cerveza de grifo más insípida y asequible a la que pudiera echar mano una con gusto a óxido ni siquiera con tamaño sacrificio conseguía pagar el el tyler sin tener que prostituirse aquí o allí de vez en cuando un texto de mil palabras sobre las bondades de los fondos de inversión controlados por inteligencias artificiales otra proeza desvelando los diez milagros del aguacate para la salud cuando pensaba en el dinero que su familia había invertido en su formación le entraban ganas de gritarle a cada persona con la que se cruzaba por la calle de recordarle la importancia fundamental del periodismo para la democracia las libertades y todos esos nobles objetivos a los que ya nadie prestaba demasiada atención si tan solo pudiera no se como lo soportas una voz femenina con timbre de radiofónico le alcanzó por la espalda michael se giró a tiempo para observar una pequeña mano extendida hacia su penúltima cerveza de la noche siempre la penúltima aquella mano de cuidada manicura conectada con un brazo fino y blanco de apariencia frágil qué te parece si te invito a otra que tenga un poco más de consistencia y ya de paso te digo como me llamo la pregunta burbujeo lenta pero firme de una boca roja y sutil con las curvas precisas para sugerir mensajes que no caben en palabras para michael el mundo se redujo a esa boca traviesa y pícara cobijo de unos dientes tal vez demasiado blancos para ser reales como toda ella porque esa boca pertenecía a una criatura de cabellos matemáticos revolucionados delimitadores de un rostro que fingía inocencia y que pronto comenzaría a impacientarse si no tenía respuesta sería un idiota sin aceptar a una cerveza gratis con su sonrisa michael conseguido que aquella boca también se abrirá de par en par bañando de luz todo el rostro de una joven con diminutas pecas estratégicamente situadas en unos pómulos sonrosados y redondos y aún más idiota si no me preocupara antes por conocer las intenciones de quien me la ofrece el contrapunto a su oferta divirtió aún más a la desconocida que tomó asiento junto a él con la naturalidad de quien vuelve a ver a un viejo amigo tras largos años de ausencia me parece más que justo me llamo sonia