Menores y pantallas. Videojuegos, redes sociales... ¿cómo nos enganchan?

Son los factores clave para entender la diferencia que existe entre un ocio, una afición y una dependencia real o de una sustancia o de un comportamiento.

Es fácil ver que yo en mi día a día puedo tener aficiones, puedo dedicarme a la lectura de un libro, puedo dedicarme a jugar al golf, al pádel, al tenis, disfruto de ello, pero tiene un comienzo y tiene un fin.

Si no se ve con claridad ese comienzo y ese fin, si estoy hipotecando horas de sueño, si me está alterando el estado anímico en el día a día, claramente empezamos a hablar de una adicción.

Y si encima tiene una repercusión social, porque disminuyo el tiempo en mis relaciones sociales, una repercusión económica, me supone un desembolso mayor al que puedo permitirme, ya ahí claramente estamos hablando de una dependencia.

Vino para charlar, un podcast de Aldabea Comunicación, con el apoyo de Bodegas J.F. Arriezu.

Pues aquí estamos de vuelta en Vino para charlar con un episodio más, esta vez, por supuesto, de la mano de nuestros amigos de Bodegas J.F. Arriezu, gracias a ellos estamos aquí, gracias a ellos seguimos adelante en este proyecto tan bonito que hacemos desde Aldabea Comunicación y gracias a ellos, mientras charlamos con nuestro amigo, nuestro experto que nos acompaña hoy, vamos a tomarnos un vino riquísimo, un Esperanza, un Esperanza que yo creo que es lo último que se pierde, como dice el refrán, y más con un tema de candente actualidad como el que vamos a tratar hoy, que es las adicciones a las nuevas tecnologías, a las pantallas, no solo desde el aspecto de los niños, que siempre pensamos en los niños, sino también desde el punto de vista de los adultos, que creo que somos los primeros que tenemos que hacer autoexamen.

Y para ello hemos traído un experto, a un experto que se ha brindado a estar un ratito con nosotros, estamos con David Ramírez, psicólogo, experto en adicciones, también terapeuta familiar y doctor en neurociencia.

Eso es.

Vamos a empezar, yo creo que por ahí, David, ¿qué es la neurociencia?, que es lo que nos ha quedado un poco...

Sí, sí. Bueno, la neurociencia como tal es el conocimiento que tenemos a partir de funciones cerebrales y comportamiento del ser humano, ¿no? O sea, cómo podemos llegar a explicar el comportamiento del ser humano a partir de la ciencia explicada en el funcionamiento cerebral, simplemente.

Con esto ya nos podríamos quedar a gusto y diríamos que es una definición que nos va a cuadrar bastante bien con lo que nos dedicamos en el día a día, ¿no? Sabemos que las adicciones, como el procesamiento emocional, como las conductas que emitimos en el día a día, tienen una causa y una consecuencia.

Pues cuando estudiamos esa causa desde la parte más cerebral y las funciones y la interrelación que hay entre cada área cerebral, pues podemos explicar mucho mejor esos comportamientos del día a día.

¿Qué te hizo especializarte en el tema de adicciones? Es decir, que suelen ir muy unidas al tema de frustración, ¿no? Y que marcan mucho la personalidad. ¿Qué te hace especializarte como psicólogo en este área? Sí. Bueno, yo hice toda mi formación en Granada, en la Universidad de Granada. Allí estudié la licenciatura en psicología. Después hice un máster de especialidad en intervención clínica en adultos.

Y a partir de esa especialidad en clínica, bueno, pues era como muy patente que uno de los grandes problemas que podemos encontrar es el campo de las adicciones. Tanto por la prevalencia clínica que tiene, como por las consecuencias, ¿no? La inversión que supone a nivel social, los gastos que suponen a nivel social el abordaje de esas adicciones, y las consecuencias que tiene a nivel familiar, la ruptura familiar que supone.

Es un campo que, decimos, dentro de la psicología clínica y dentro de la psiquiatría, es un campo de los más complejos, de los más difíciles, tanto para el abordaje como para la prevención.

Podemos hacer 18.000 campañas preventivas del tema de la adicción, pero verdaderamente muchas de ellas no son ni tan siquiera válidas. No llegan al objetivo que nos fijamos. ¿Por qué? Porque cada adicción se sitúa en el marco personalísimo de una persona. Podríamos hablar de la adicción como un tema genérico, pero la realidad es que cuando descendemos a la casuística particular, cada persona cae en la adicción por un componente diferente.

Por tanto, la salida de esa adicción tiene que ser enfocada con un tratamiento particular y enfocado en la causa real del por qué cayó. Entonces, es un campo de trabajo muy extenso, muy complejo, donde no existen recetas mágicas y donde hay que aterrizarse en la peculiaridad de cada persona y en el por qué se abrió ese campo adictivo.

Hablamos de adicciones. Vamos a comenzar hablando de la adicción a las pantallas, a las nuevas tecnologías. ¿De qué hablamos exactamente cuando hablamos de una adicción? ¿Cuándo pasa de ser una afición a ser una adicción? Porque siempre estamos más acostumbrados o estábamos más acostumbrados a hablar de alcohol, a hablar de drogas, cuando hablábamos de adicciones, de tabaco. Pero con las pantallas se abre un nuevo campo.