Las mentiras del amor

Aquí estamos nuevamente en la vida como es. Les habla José María Contreras.

La palabra que más deseamos todos, junto con la palabra felicidad, la palabra más repetida es el amor. El programa de hoy lo quiero titular negativamente.

Voy a hablar de las mentiras del amor. No hay palabra, como he dicho, que más se repite, a la que más se aspire y de la palabra que más se mienta.

Se le está llamando amor la inmensa mayoría de las veces a lo que no es amor, a lo que no es querer a otra persona. Salen continuamente la pareja del verano, la pareja del otro verano, la pareja del... y luego esas parejas duran muy poco tiempo en muchos casos porque ahí no había amor.

Por eso quiero hablar de lo que es el amor, que muchas veces nos dejamos engañar todos. Se confunde el amor con el deseo, se confunde el amor con las mariposas en el estómago, se confunde el amor pues con una cara bonita y luego viene la vida, se confunde el amor por supuesto con el sexo, con el deseo sexual, se confunde el amor y eso no es amor. Con gustar estamos todos deseando de gustar muchas veces, no se respetan los compromisos del otro, está todo el mundo digamos en el mercado, da igual que esté casado, que no esté casado, que tenga novia, que no tenga novia, vamos a por él o por ella, claro.

La idea que se está dando en la sociedad actualmente de lo que es el amor es una cosa tremendamente agradable, que no cuesta nada y que cuando eso agradable va desapareciendo y cuando el amor está empezando a costar un poquito entonces lo que ocurre es que se ha terminado el amor. Mentira, a lo mejor es que ni ha empezado en muchos casos. El que me guste una cara bonita eso es querer, eso forma parte del ser humano, al ser humano le atrae la belleza y eso no es querer, puede atraer la belleza perfectamente pero eso no es querer, el amor está hecho de sentimiento, de inteligencia y de voluntad.

El sentimiento es lo primero que aparece en forma de asentimiento o rechazo, en forma de querer o rechazar, en forma de desear o rechazar, pero el sentimiento todavía no ha dado lugar a la inteligencia, pero eso no solamente pasa con el amor, eso pasa con todo. A nosotros nos muestran un pastel y dice que gana, me lo como, pero luego tiene que intervenir la inteligencia y la inteligencia dice me conviene, no me conviene, tengo diabetes, no debo tomarlo, estoy muy gordo, estoy muy gorda, no debo tomarlo, se me va a quitar el hambre, no debo tomarlo, la inteligencia tiene que funcionar, es decir, en este caso que estoy poniendo por ejemplo el pastel es la prudencia, pero primero ya ha intervenido el sentimiento, que es lo primero que aparece, uy que bueno me lo como, después aparece la inteligencia, en este caso en forma de prudencia, es prudente o no es prudente y la prudencia hay que formarla, hay que conocerla, hay que saberla, cuanto más cosas sepa uno, más alimentada está la inteligencia y más libre es uno para amar o no amar y luego está la voluntad, después del sentimiento la voluntad viene y dice que hago, que hago y entonces uno decide lo que hace, pero tiene uno que ser capaz de hacerlo, por eso en muchísimos casos hay mucha gente que dice la inteligencia me dice que me interesa o que no me interesa, pero no tengo la voluntad formada y no soy capaz, yo puedo decir me gusta este pastel, yo puedo decir no me interesa comérmelo y luego la voluntad no ser capaz de no comérmelo y hacer lo que no debo, pues eso pasa igual con el amor, lo primero que aparece es el sentimiento, después la inteligencia, la prudencia me dice yo estoy casado, estoy casada, tengo novio, tengo novia, estoy comprometido, no estoy comprometido, debo de aceptarlo, no debo aceptarlo, hay muchas factores que me dicen que no, distintas culturas, yo que sé lo que sea, distinto país, vamos a estar muy lejos, vamos a estar y entonces decido sí o no, hay personas que tienen tan poco educada la voluntad que a pesar de que la inteligencia le diga no lo haga, no lo haga, no lo haga, no es capaz.