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By UNIÓN UNIVERSAL DESARROLLO SOL METAMORFOSIS CON DIOS de J. Híades (obra completa)
METAMORFOSIS CON DIOS-Lección-VII-'Cosecha de pensamientos'- de J. Híades

METAMORFOSIS CON DIOS-Lección-VII-'Cosecha de pensamientos'- de J. Híades

3/14/2016 · 02:13:25
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Description of METAMORFOSIS CON DIOS-Lección-VII-'Cosecha de pensamientos'- de J. Híades

...Cuanto más creemos en la materia, más ciegos nos volvemos a la Realidad y a la Verdad; olvidamos que nosotros no vivimos en el cuerpo, como nuestro cuerpo carnal no vive en la ropa que le cubre; OLVIDAMOS QUE EN LA REALIDAD VIVIMOS EN EL ALMA.
... Hay que aprender a redescubrirlo y no perder su oriente; en algún modo debemos aprender de las experiencias; eso se hace desde ahí, desde la sinceridad de nuestro corazón; para todo ese proceso de escucha interior, no podemos pretenderlo obtener con la boca abierta; primeramente hay que hacer callar a los sentidos materiales, tanto que…, es necesario que nos hagamos, incluso, invisibles a esos sentidos materiales si pretendemos vencerles.
La mejor manera es precisamente silenciarlos, cerrarles nuestras puertas, desde la oración interior, desde la meditación y la observación interior. Nos veremos crecer, madurar y dominar todo lo que es materia; veremos claro todo lo que son sentidos de la materia como formas de error de las que debemos guardarnos y apartar, para evitar en lo posible la mayor contaminación.
¿Se imaginan un barco que pretenda realizar su travesía sin brújula?, pues de la misma manera debemos asirnos, en el día a día a nuestra propia brújula que es la conciencia, para realizar esa travesía diaria con el fin de llegar a buen puerto.

Comments of METAMORFOSIS CON DIOS-Lección-VII-'Cosecha de pensamientos'- de J. Híades
A
La Verdad no puede admitir a su antípoda que es
la materia, la falsedad. Y esa falta de porosidad, esa
manera apiñada y compacta de nuestro interior es la que
va a permitir que cuando, como ese bizcocho, al sacarlo de
la taza, es como decir que al abandonar nosotros éste
mundo de ilusión, lo hagamos con las menos impurezas
posibles o simples impurezas superfluas y que solo con
sacudirnos un poco, las desechemos por completo; cosa
que no ocurriría si estuviéramos empapados de ella.
La vida no está en el cuerpo que llevamos puesto,
sino en el alma que lo ocupa.