Luis Rodríguez.

Francisco, ¿qué tal? Hola, buenas noches.

Buenas noches, ¿qué tal? Pues nada, ahora lo he hecho para explicarte una historia un poco triste para mí y para que me aconsejasen.

Empiezo por el principio.

Claro, por favor, sí.

Empezamos por el principio. ¿Qué edad tienes tú, Francisco? Yo tengo 31 años.

31. Y ahora explica tu historia.

A ver, sí. Llevo con mi pareja desde los 18 años.

18 añitos. La conocí a ella, muy contento.

Y estamos juntados, estamos juntados.

Trabajamos juntos, bueno, juntos ya en un horario y en otro.

Tenemos dos críos.

Una cría de 6 añitos va a ser este año.

Y un crío que tiene un año y medio.

Y mi historia pues comienza.

Ella empezó a trabajar donde trabajo yo.

Ella en un turno, patrullando, yo en otro turno.

Y siempre íbamos cambiando pues de pueblos, donde te lleva el trabajo, donde patrulla ella.

Sí, sí.

En un turno y en otro.

Y no sé cómo explicarte.

Hace un año y medio me encontré con uno de los compañeros que estaba patrullando ella, porque yo estaba en un turno y ella estaba en otro.

Y me dijo, hombre, ¿aún estás con esta chica? Dije, cachondeo, pues no.

Pues hostia, pues menos mal, porque te había cepillado casi medio cuerpo.

¿Qué dices? Sí, sí.

¿Así te lo comentó? Sí, sí, sí.

Tú lo dijiste en broma.

Exacto.

Y ella te dijo menos mal porque ha estado...

Sí, sí, se ha tirado medio cuerpo.

No te digo de lo que trabajo porque no me gustaría.

No importa, no importa.

Se ha tirado medio cuerpo.

Entonces me quedé y digo, ¿qué? Ahí va, vale.

Se pone, ¿qué estás con alguien? Y dice, no, no, no estoy con alguien ni nada.

Ah, vale, pues menos mal, que menos mal que no estás con ella, porque no te diste cuenta, no sé qué.

Y digo, pues no, no me di cuenta de nada y nada.

Hostia, pues menos mal.

Y yo pensaba, jo, Inés.

A ver, yo la cría, pues cuando ella quiso tener la cría me decía siempre hacerlo sin percibativo.

Y yo decía, no, no, con...

Porque ahora mismo no tengo ganas de tener un crío ni nada.

Y entonces se quedó embarazada.

¿Vale, Luis? Se quedó embarazada.

Sí, sí.

Y entonces yo dije, pues no sé, yo...

Siempre lo hemos hecho.

Ah, pues mira, alguna vez, no sé qué...

Y a ti te extrañó.

Sí, sí, me extrañó un poquito.

Y digo, bueno, bueno, no...

Pues bueno, pues se tiene y ya.

Y te pasó por la mente que tú...

Efectivamente, que no...

A ver, te lo digo claramente, no es mi hija.

Ahora, yo me he enterado hace poco.

Pero lo sabes que no es tu hija, ¿seguro? Sí, sí, sí, seguro.

Pero has hecho una prueba de paternidad.

Sí, sí, sí, sí.

Está todo, efectivamente.

Pero, Luis, llevo ya seis años con ella.

Vaya.

Bueno, pero después de esto, Francisco, ¿qué pasó? Porque este compañero te dijo...

Sí, sí, sí.

Perdona, este compañero me dijo esto.

Entonces, hace...

Nada, hace un año o cosa así.

En el que yo tenía tres meses o tres meses.

Me quedé pasmado.

Y hostia, yo ya comiéndome coco muy...

Muy nervioso, muy...

Me llegué a casa y...

Y digo, oye, mira, cariño...

¿Tú no has hecho los cuernos alguna vez? No, no, no, nunca te los he hecho.

Por favor, dime la verdad.

Porque ya que no has tenido valor desde hace mucho tiempo de no decírmelo...

Dímelo ahora, no, te lo juro.

Digo, a ver, he visto a este compañero...

Sí, lo dijiste.

Efectivamente, he visto a este y me ha dicho que te has tirado medio cuerpo.

Hostia puta, qué cabrón, no sé qué.

Digo, no, no, perdona, que ha dicho una palabra.

La verdad, soy así.

Y dice, hostia, digo, dime la verdad, por favor.

Me dice, pues sí, sí, es verdad.

¿Él te lo dijo? Sí, sí, sí, así en declaro.

Tú aún no te lo creías del todo.

No me lo creía.

Unos nervios, empecé a sudar.

Y entonces me dijo ella, entonces le dije, bueno, ¿la crías, mi hija? Y me dice, no.

No es tuya.

Digo, me cago, me se cayó todo el mundo encima.

Te lo dije a Luis.

Me se cayó todo el mundo encima.

Muy nervioso.

Lo peor que le dije, ¿y el crío? No, el crío sí, el crío sí.

La aventura se terminaron hace ya dos o tres años ya.

Vaya problema, ¿eh? Sí, entonces yo ya...

Yo estoy muy enamorada de ella, ¿eh?