Mi Tía la Fulana

Allí estaba yo con el coche en marcha en ese punto o polígono de mierda viendo pasar gente que iba y venía únicamente parando para recoger mujeres porque estaba en aquel lugar en medio de la nada y de noche el motivo era simple pues hubiera una idea que me comía desde hacía un par de meses atrás escuchad con atención la historia todo lo descubrí de pura casualidad un día de fiesta junto a mis amigos donde quisimos hacer una broma e ir a ese polígono a dar una vuelta lo conocíamos de sobra y sabíamos lo que se cocía aunque nadie iba a pagar por lo que se vendía allí era la realidad ninguno de nosotros iba fue alguna fulana sólo eran cosas que se hacen cuando se está borracho en la fiesta ya había pasado de largo con algo nos teníamos que divertir sin embargo en aquel sitio apartado de la ciudad algo gemelo la sangre y me dejó la picha tiesa estaba en la parte trasera del seat león de mi cole llega justo la ventanilla de la izquierda con cuatro de mis cachondos amigotes queriéndonos reírnos un rato y si eso no voy a negar juguetear con alguna fue el que bajó la ventanilla y chistó una de esas damas de la noche eran dos la que estaban apoyadas contra la pared fumando un pitillo a la luz de la farola una de ellas se sintió aludida y se acercó con unas botas que le llegaban a las rodillas y unas tetas que no cabían en el sujetador me reía igual que los demás tratando de mantenerme en silencio mientras editor le decía a ver cuánto cobraba joder sigue está caro soltó mi amigo de una manera bastante cómica aunque poco más puede escuchar pues que cuando la mujer se asomó un poco por la ventanilla me quedé congelado no había dudas por mucho que hubiera debido esa noche y pese a que llevaba una peluca rubia casi platino la reconocí al instante era mi tía julia la hermana de mi madre iba preparada igual que una furcia porque lo era llevaba ese pelo dorado y nadie maquillada mascando un chicle con aire desenfadado y con una vestimenta que dejaba demasiada carne a la vista estaba increíble sin duda la mejor de todas las mujeres de la noche contuve el aliento al verla de esa guisa puesto que era un shock solía estar con ella durante tardes normales de sobremesa junto a su marido y ahora contemplarla con unas prendas que más bien parecían trapitos que cubrieron partes de su piel era chocante no bebió de puro milagro porque la zona era bastante oscura y era el que más alejado de su visión estaba me dieron ganas de pedir que saliéramos quemando rueda sin embargo no fue necesario puesto que comparte frases más se metiese largo por donde había venido moviendo esa falda que parecía un cinturón y con sus medias de rejilla que ahogaban sus muslos me sentí aliviado cuando llegue a casa como que si mi tía me pillas en aquel polígono fuera algo malo aunque la verdad malo sería lo suyo que era puta y al menos mis padres no lo sabían pasaron un par de meses y sí aquí estoy en el mismo puto polígono de mierda mirando de lejos a mi tía que diste idéntico atuendo de prostitutas que la otra vez había acudido por tres noches pero no tuve la suerte de encontrarla por lo que deduje que no trabajaría siempre que el sol se escondía no obstante en general saca sean se sujetando el volante con ambas manos me tuve que convencer para pisar el acelerador normal lo que pretendía no era sencillo en plena estaba elaborada mi mente no obstante era complicada llevarlo a cabo una cosa era follarme a mi tía una y otra vez en mi cabeza idiota pretender hacerlo la realidad pese a ello mi pene mandaba y me enviaba continuamente recuerdo de todas las pajas que me hice en mi vida pensando en ella siempre me puso muy cachondo con esas tetas gordas y un culo un duro me volvía loco en las partes más lujuriosas de mi cerebro me la había imaginado haciéndolas de todo julia no tenía secretos para mí ahora quería convertirlo en una realidad porque saber su secreto me excitaba hasta un punto sin retorno me armé de valor apretando con fuerza el volante y diciéndome a mí mismo que acelerará el recuerdo de verla bikini cuando era un niñato y estábamos pasando un verano en la playa me suelo por completo sin versados dos veces pise el pedal era ahora o nunca chicas suelte timorato al llegar a su altura menudo comienzo más alentador algunas veces es es que soy ridícula con la ventanilla bajada dos mujeres me miraron una de ellas era julia y menos mal que con la oscuridad del lugar todavía no era capaz de verme desde la pared alcé mi dedo y la señale tú un service esperaba que dijera que se dijera así y no quedar como un payaso por segunda vez luego hablamos cielo comentó julia su amiga compañera de curro lo que fuera tampoco me importaba unas noches rey mamadas son treinta sesenta polvo y una hora su noventa euros