¿Miedo a que tu pareja te deje?

Hola, bienvenido a un nuevo capítulo de cómo resolver tus problemas de pareja.

Si quieres comenzar una relación, mejorar las cosas con tu pareja actual o si lo que quieres es pasar página, aquí vas a encontrar los mejores consejos.

Estás escuchando en emocioteca.com a Mercedes Cobo.

Alguna vez te has sorprendido pensando en silencio, ojalá nunca me deje, pero sin atreverte a decirlo ni siquiera en voz baja.

Ese miedo a que tu pareja te abandone muchas veces no se cuenta, es simplemente una sensación que vives muy dentro, como una punzada que prefieres ni nombrar, porque sientes que si lo dices en voz alta, lo mismo hasta se hace realidad.

Así que lo escondes, lo tapas con comportamientos, complaciendo, callando lo que te molesta, aguantando más de lo que deberías, o al contrario, controlando y persiguiendo para sentir que nada se te escapa.

Pero lo cierto es que, aunque lo escondas, el miedo está ahí, y vivir con esa ansiedad constante te desgasta, te resta libertad y poco a poco te haces sentir cada vez más pequeño en la relación.

Hoy quiero hablarte de ese miedo que casi nadie confiesa, pero que muchos sentimos en algún momento, el miedo a que la persona que amamos nos deje.

Vamos a entender de dónde viene, cómo nos hace actuar y qué puedes empezar a hacer para liberarte de él.

¿De dónde nace este miedo? Nadie nace con miedo a ser abandonado, eso creo que lo tenemos todos claro.

Normalmente es algo que aparece cuando aprendimos de pequeños que el cariño podía ser inestable, que para que nos quisieran había que portarse bien, no enfadarse o no molestar.

La psicología del apego, estudiada por dos autores que te voy a dejar el nombre en la descripción para no tener que pronunciarlos aquí, explica que cuando sentimos que el amor podía desaparecer si no éramos buenos, de adultos entonces eso nos hizo vivir en alerta constante, temiendo el abandono.

También puede venir de experiencias de parejas de relaciones pasadas, por una infidelidad, por un rechazo repentino inesperado o por una ruptura muy dolorosa.

La neurociencia ha mostrado, como explica Ellen Fischer y su equipo, que el rechazo romántico activa las mismas áreas del cerebro que el dolor físico.

Atención, por eso si ya viviste una ruptura traumática, tu mente hará todo lo posible para no volver a pasar por ese mismo dolor.

Mira, Gerardo estuvo cinco años con una pareja a la que, según él, adoraba.

Todo parecía ir estupendamente, hasta que un día ella le dijo que ya no sentía lo mismo y se marchó sin previo aviso.

Gerardo quedó destrozado y desde entonces su cerebro está en alerta.

Cada vez que su nueva pareja tarda en contestar un mensaje, cambia de tono o se muestra diferente, callada, él siente un nudo en el estómago y piensa, ya está, se va a ir, va a pasar de nuevo.

Esa herida anterior hace que su mente vea peligros donde a veces no los hay y solo hay silencios o problemas, pero no un abandono.

¿Cómo lo escondes sin darte cuenta tu miedo? Aquí pasa algo bastante curioso.

Muchas personas no reconocen ese miedo ni ante sí mismas.

Saben que lo sienten, pero piensan, si lo digo será como darle poder, mejor hago como que no está.

Entonces el miedo se disfraza de comportamientos.

¿Cuáles? Verás, cuatro principales.

Primero, complacer, mejor cedo, no vaya a enfadarse y se canse de mí.

Callar, segundo, esto me molesta, pero si lo digo igual piensa que soy un pesado o una pesada.

Tercero, aguantar, toleras cosas que te duelen, porque temes que si pones límites la otra persona te va a dejar.

Y cuarto, controlar.