Mientras el plan avanza

Planifican en la sombra desde sus lujosos aposentos, escondidos cuales ratas y conspirando a fuego lento.

Acuden en sus lujosos aviones mientras te dicen que contaminas, que el CO2 es peligroso y que las vacas son poco más que terroristas.

Decolaron un plan sanitario, un enemigo jamás aislado, mediante campañas subvencionadas y otras tretas muy bien elaboradas.

Poco antes simularon la movida, en octubre de 2019, a través del evento 201 Casualidades de la vida, consistente en el simulacro de un nuevo brote a nivel mundial, insertando el miedo en las mentes en un momento crucial.

Nos encerraron en nuestros hogares, de manera ilegal.

Nos trataron como animales que no saben ni pensar.

Muchos aplaudían y vociferaban las consignas, mientras otros bailaban en situaciones cuanto menos poco dignas.

La primera medida fue inyectar dinero en las televisiones, para poder inocular el pánico desde los salones.

Comprar mercenarios y voceros que puedan diseminar el miedo.

Algunos autodenominados filántropos lo anunciaron de antemano, pero sin bola mágica alguna en la mano.

Sencillamente contaban con la información, para poco después poder llevarla a la acción.

También encerraron a nuestros mayores, abandonándolos a su suerte, prohibiéndoles todo contacto, salvo el encuentro con la muerte.

Pronto anunciaron una solución, que fuera interpuesta bajo coacción.

Incluso algunos trataron de imponerla por la fuerza, mientras fingían sin disímulo y con gran torpeza, incumpliendo sus propias medidas, con mentiras bien vestidas.

Hipocresía, manipulación y vergüenza, presente en cada esquina.

Miedo, temor y psicosis, contrarios a la anoxis, dado que el conocimiento es poderoso, y la ignorancia, un profundo foso.

Amparados en un inexistente comité de expertos, que no pasara de esperpentos.

Secuestrando la ciencia y la razón, con urgente autorización.

Imponiendo medidas coercitivas, mientras llenaban las arcas con mentiras.

Y tras la anunciada inyección, muchos colapsaron, pero todo fue ocultado.

Quien pusiera en duda el relato, fue directamente desterrado, señalado y humillado.

Mientras la ciencia resultaba secuestrada, y en un oscuro altar sacrificada.

Mientras el exceso de mortalidad era evidente, pero cualquier excusa pertinente.

Mientras muchos ponían el brazo ante un experimento, aunque después sobreviniera el lamento.

Mientras la única inmunidad la adquirían los laboratorios, al incrementar la asistencia a los sanatorios.

Muchos fueron obedientes, dóciles y sirvientes.

Pocos plantaron cara a las mentiras, apodados como negacionistas.

Pero vislumbrar los engaños no es sino ser realista.

Dado que no hubo ciencia alguna en todo ello, salvo tratar de ponernos un collar al cuello.

Quédate en casa, te dijeron, mientras festejaban con tu dinero.

Tapa y cierra tu boca, no vaya a ser que parezcas idiota.

Que no sigas al rebaño, en este elaborado engaño.

Dado que separarse del camino marcado, es un pecado señalado.

Y seguir tu propio camino, es un valiente destino.

Pero el plan sigue a su curso, a través de nuevas y nuevas ideas.