MIGUEL ÁNGEL RIVERA: CÁBALA, NEOPLATONISMO Y CONCIENCIA

Bueno, buenos días a todas las personas que nos estáis viendo hoy. Tengo el placer enorme de presentar a Miguel Ángel Rivera con su grandísimo libro El rebote de la luz. Bueno, yo no sé si seguro que le conocéis también por otras cuestiones. Además de ser psicólogo, filósofo y escritor, también es un apasionado de la música. Es decir, como podréis ver, es un profesional como con una trayectoria en diferentes ámbitos, bastante interesante. Y es un libro, pone aquí también abajo, Metafísica, Conciencia y la lucha contra el mal. Cuando aterrizó este libro en mis manos, además de Miguel ser un buen amigo ya desde hace unos cuantos años, yo que le conozco y hemos tenido muchas charlas sobre muchas cuestiones, dije bueno, cayó en mis manos y me resultó él. Quiero leer esto y me resulta interesante ver qué tiene que decirnos Miguel.

Parece aparentemente fino, pero condensa muchísimo conocimiento y muchísima sabiduría. Creo que es súper interesante y quiero Miguel, ya que te tenemos hoy aquí, que nos cuentes un poco de dónde surge. A mí siempre me gusta pensar cuando escribimos cosas desde qué lugar dentro de nosotros empieza a salir toda esta información y luego acabamos haciendo libros y condensando ideas, conocimientos, experiencias. Cuéntanos un poco Miguel, bienvenido y aquí te tenemos aquí, cuéntanos. Bueno, muchísimas gracias en primer lugar por invitarme. Es un verdadero placer estar aquí y contigo especialmente, así que bueno. El tema del libro es la trayectoria de vida. Para mí me resulta difícil explicar porque es paso a paso en la vida conforme uno se va desarrollando.

Entonces, a partir de la psicología uno va aprendiendo muchas cosas. De la psicología hubo un momento donde me di cuenta de la importancia que había tenido el estoicismo históricamente para la psicología que practicamos hoy en día, cognitivo-conductual, etcétera, y me basé un poco en esa parte que está muy basado en cómo vivir, cómo vivir para vivir una vida feliz. Eso es el punto más fuerte del estoicismo. Pero bueno, mis estudios de otro tipo de tradiciones, como puede ser rosacrucismo, como puede ser cábala, para quien no sepa quién es la cábala, es el misticismo judío, y ya a través de la cábala me doy cuenta, no me acuerdo de comentarios en algunas de las clases que recibo, pues como que el neoplatonismo tenía, le debía mucho la cábala al neoplatonismo.

Entonces dije, anda, esto lo tenía yo pendiente aquí, sabía que había dos, tres autores muy importantes, Jamblico, Proclo, Plotino, y empecé a leer a Proclo. Y ahí, yo creo que gracias a lo que yo conocía de cábala, me resultó más fácil entender a Proclo porque vi las conexiones. Y ahí es como que me dio una especie de felicidad rara. O sea, que estamos hablando de que Platón, desde el principio, que ya lo había leído y me había conectado con él de una manera muy extraña, yo no sé si le pasa eso a mucha gente. Yo leo a Aristóteles y me encanta, pero es como más técnico, leo a Platón y me enamoro. Entro en un estado, no sé cómo explicarlo. De hecho, creo que cuando al inicio de tu libro hablas de Platón, pero no sé si de ese mismo Platón. Ahí tendrás que decir.

Bueno, el libro lo pensé, digo, no sé si ponerlo o no, pero mi perro, que es un Golden Retriever, se llama Platón. Y entonces, claro, cuando paseaba por las noches, que es lo que explico en la introducción, pensando en el libro, en lo que quería poner en el libro y anotando en el móvil mis ideas, una vez lo voy a escribir y digo, este libro ha nacido paseando con Platón, en noches, bajo las estrellas, paseando con Platón. Y parece como, este tío está flipado, como que pasea con Platón. Y bueno, sí, paseaba con mi perro Platón y con la idea de Platón, el filósofo.

Y sí es verdad que sí que sentí, al leer a Proclo, una especie de conexión mística extraña, que es lo que explico en esa introducción, ¿no? Una sensación que a lo mejor mucha gente ha tenido de, ostras, esto es lo que... o sea, me siento conectado con esto. No sé cómo explicarlo, pero es como si verdaderamente estuviera dialogando con ellos, ¿no? Porque durante el día me dedicaba a estudiar sobre todo este librito, la Teología platónica de Proclo, que para que os hagáis una idea, todavía no está completamente traducida al español. Ojo al dato. O sea, fíjate cómo estamos todavía. Por eso tengo éste, que está en inglés, que éste sí se tradujo en 1860, creo, por Thomas Taylor. Ésta es la Teología platónica completa, más los elementos de teología.

Entonces, bueno, durante el día yo leía y durante la noche, pues como yo siempre he estado muy conectado a la noche, soy muy nervioso,