La Misericordia de Dios, con aquellos que salva, Apocalipsis 7:9-17

El libro de Apocalipsis es necesario para presentar la culminación de como terminará todo, un aliento a los cristianos de la vida eterna y una advertencia a los pecadores de la ira de Dios.

En estos versículos veremos 4 puntos que se describen en Apocalipsis 7:9-17

1. La descripción. En los v 9 al 10 Juan ve una vasta multitud de salvos que le impactan en gran manera debido a la iglesia disminuida que veía en ese tiempo de persecución.
2. La compañía: Juan ve incontables redimidos que son acompañados por millones de ángeles, junto a los 24 ancianos y 4 seres vivientes.
3. Su procedencia: Juan ve a un anciano que le comenta que los que ve, son aquellos que han salido de la gran tribulación y que han lavado sus ropas en la sangre del cordero.
4. La provisión: Los redimidos estarán en la presencia de Dios, en donde ya no habrá hambre, ni sed, ni calor y se enjugaré cada lágrima.

Predicador Jesús Gutiérrez

Apocalipsis 7:9-17
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.