

Description of Misión posible - 07/03/2025
Entrevistamos a Rut Balbás, una joven laica que con 34 años decidió dejarlo todo e irse a la misión en Moyobamba (Perú). También hablaremos de las Javieradas, las peregrinaciones a la cuna del patrón de las misiones que comienzan este fin de semana.
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Comienza en Radio María Misión Posible, un programa de obras misionales pontificias dirigido por Paula Rivas y Carlos de Arteaga.
Dejar una vida ya asentada por la misión simplemente por haber hecho un voluntariado es una misión imposible. Encontrar a Dios en el infierno en la tierra es una misión imposible. Que una peregrinación de un fin de semana dé un vuelco a tu vida es una misión imposible. Pero gracias a Dios a la Iglesia y a tu ayuda a los misioneros han hecho que esto se convierta en Misión Posible.
Somos Paula Rivas y Carlos de Arteaga. Comenzamos.
Buenos días queridos oyentes, empieza este nuevo programa Misión Posible con obras misionales pontificias en Radio María. Carlos de Arteaga, buenos días.
¿Qué tal? ¿Cómo estás? ¿Qué tal este viernes lluvioso, al menos en Madrid? ¿Pasado por agua? Un poquito, un poquito. Cuéntanos, ¿qué vamos a traer hoy? Pues mira, con motivo del Día de la Mujer que celebramos mañana, vamos a conocer a una misionera joven que teniendo su vida resuelta decidió dejarlo todo por irse a Perú con los niños más castigados de Moyobamba. Además conoceremos de cerca a las dos ganadoras del concurso de dibujo de infancia misionera.
Y por último, con motivo de las Javieradas que empiezan este fin de semana, hablaremos con un joven al que esta peregrinación le cambió la vida. Si no te lo crees, quédate y compruébalo. Pues muchas gracias Carlos. Para quien no pueda escuchar toda la hora, cómo podrá escucharlo después. El programa va a estar completo, disponible como siempre en la web de Radio María www.radiomaria.es para que puedan volver a escucharlo.
Y también en Spotify y en Apple Podcast. Está habilitado como siempre el correo misiónposible arroba radiomaria.es para cualquier sugerencia, historia o petición, lo que sea, escriben a misiónposible arroba radiomaria.es. Toda sugerencia es bienvenida, así que si te parece, Carlos, empezamos. Ruth vivía en un pueblecito con su farmacia y su vida resuelta, pero encontró un tesoro. Y ya saben lo que hizo el evangelio de aquel que encontró un tesoro.
Lo volvió a esconder, vendió todo lo que tenía, compró el campo y se quedó con aquel tesoro. Sin embargo, Ruth no encontró oro, ni perlas preciosas, ni una idea de negocio brutal. Ruth se encontró con los niños más pobres de Entre los pobres de Perú. Pues está con nosotros Ruth Balbás, misionera laica de la diócesis de Santander en Perú, en el hogar Nazaret. Buenos días. Buenos días, bien hallada. Cuéntanos un poco tu trayectoria, porque eres misionera laica.
¿Cómo llegas a esto? A ver, ¿cómo pasó esto? Pues nada, yo estudié farmacia y luego estuve una farmacia en un pueblo muy pequeñito de Valencia, en un entorno rural. La verdad que, bueno, yo sentía esa vocación de acompañar a las personas mayores, que muchas veces en el entorno rural, por falta de medios, de servicios, porque los hijos muchas veces están lejos, pues están bastante desatendidos, y ahí estaba yo desarrollando mi labor, feliz con mi vida, con mis amigas, saliendo, no sé, las cosas normales y habituales de mi edad.
Pero bueno, yo tenía una inquietud misionera que no había cumplido, y por una amiga que me buscó, pues un voluntariado para ir de misiones, me dijo que podía ir a Perú, a Loganazaret, en contra de los deseos del pater de Ignace María Doñoro, que por aquel momento pues no acogía voluntarios, y la verdad que no quería.
Pero bueno, pues allí acabé, y nada, una vez que llegué allí, ya me enamoré irremediablemente de la obra, y ya nació en mí el deseo de dejarlo todo, y es curioso, porque cuando me subí al avión de vuelta, dije, esto no es algo que voy a recordar como una experiencia o algo, un voluntariado bonito o lo que sea, digo, yo me estoy yendo a España para poner las cosas en orden, y me vuelvo para acá, porque he encontrado el tesoro escondido.
¿Cuántos años tenías? Tenía 34 por aquel entonces, sí, 34.
¿Y qué viste allí como para decir encontrar el tesoro escondido? Pues a ver, va a sonar muy... pero vía Dios. La verdad que sentí una presencia...