El misterio del Axeman, el asesino del jazz

CRIMENES Y CRIMINALES con Luis Martín Edvalles Esto lo he dicho muchas veces, pero hay historias que realmente llegan en esas indagaciones, buscándolas, precisamente estas historias de crímenes y criminales, asesinos, hechos que realmente nos ponen los pelos de punta.

Hay algunas de ellas que siempre las miras como diciendo, pero esto ocurrió de verdad, pero se lo ha inventado alguien. Esta historia tan curiosa, tan llamativa, ocurrió de verdad.

El misterio del Axeman, el hombre del hacha, podríamos decir, más o menos. Un asesino fantasmal, amante del jazz, que estuvo por Nueva Orleans, allá cuando el siglo XX tenía unos cuantos años de edad, no demasiados. Y digo no demasiados, porque hay que irse al 23 de mayo de 1918, cuando entran en la casa de una pareja, Joseph y Catherine Maggio.

Es la esquina Upper Lime en Uptown. A Joseph le cortaron la garganta y le fracturaron el cráneo. Catherine fue encontrada con la garganta cortada y también la cabeza golpeada.

Se supo que fueron golpeados con un hacha. Se encontraron algunas pruebas, como que se habían quitado algunas partes de una puerta de trasera, de los paneles. Se encontró una navaja ensangrentada y algo de ropa manchada. No hubo indicios de que faltase algún objeto de valor. Ciertamente, en ese momento, el grado de violencia al que habían sido sometidos esta pareja, pues puso un poco las alarmas. 27 de junio de 1918.

Luis Beshumer y Harry Love, en la zona trasera de la tienda Beshumer, Dorgano y La Harp. También, ambos encontrados con fuertes golpes en la cabeza. Heridos gravemente. Toda la noche allí. Dicen que un carro de los que llevaba el reparto para la tienda en la que ellos estaban, los encontró cubiertos de sangre por la mañana. Encontraron un arma y, al parecer, pertenecía al propio Luis. Cuando pasaron un tiempo, Harry Love aguantó algo y tuvo declaraciones contradictorias.

Muchos dicen que por culpa de la sedación que llevaba. Hubo mucha gente que fue detenida, porque sus declaraciones iban y venían. A Luis Beshumer llegaron a arrestarlo en algún momento. Estuvo hasta en prisión, pero fue absuelto. Este crimen se puede asociar también porque hay un patrón. El patrón de esa puerta que ha sido desmontada en sus paneles. De alguna forma, que lo une a la anterior. También es verdad. Y esto lo dicen muchos reportajes.

Visto con la perspectiva del tiempo, se pueden unir mejor las cosas. Hay que ponerse un poco en la piel de aquellos investigadores que en 1918 encontraron este tipo de crímenes y no veían relación entre ellos. Pero bueno, ya la vieron.

5 de agosto de 1918. Anna Schneider, en la calle Elmira, embarazada de 8 meses. Atacada dentro de su domicilio, hallada con la cara destrozada y el cuero cabelludo abierto. Sobrevivió al ataque y, según se cuenta, dio a luz dos días después. Nada se le robó. Aquí las hipótesis se reforzaron, diciendo una cosa clara. El agresor está actuando sin móvil de robo y con una especialidad en lo bruto, en lo realmente malo.