Misterios de la Guerra Fría + La profecía del nuevo papa - EDLR 9x32

Guerra fría. Se trató de un enfrentamiento político, ideológico, social y cultural de las dos superpotencias que se dividían al mundo a partir de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética. Estados Unidos defendía el capitalismo como sistema económico y buscaba una democracia liberal como sistema político, mientras que la Unión Soviética defendía el comunismo como sistema económico y la democracia popular como sistema político. Ambos países querían imponer sus ideologías a través del mundo y este fue uno de los motivos por los cuales comenzó la rivalidad. A su vez, existía el plan Marshall, un plan que tenía realmente...

Había una vez, en el corazón de Europa, un bosque tan antiguo y vasto que parecía ajeno a los vaivenes de la historia humana. Sin embargo, durante la Guerra Fría, incluso la naturaleza fue atravesada por la cicatriz de la política, la frontera entre Alemania y la entonces Checoslovaquia, una línea de vallas electrificadas, alambre de púas y guardias armados que dividía no sólo países sino también a los habitantes más discretos del bosque, los ciervos rojos.

Aquel muro invisible, el telón de acero, no sólo frenó a quienes buscaban libertad, sino que también separó a los rebaños de ciervos en dos mundos incomunicados. Durante décadas los animales aprendieron que acercarse a esa línea era peligroso y, generación tras generación, las madres enseñaron a sus crías a evitar la frontera. Pero el tiempo pasó, los muros cayeron y la hierba volvió a crecer donde antes había alambre y miedo. Europa se reunificó, los controles desaparecieron y los humanos cruzaron de un lado a otro con libertad.

Sin embargo, los ciervos… ellos seguían deteniéndose en el mismo lugar, girando sobre sus pasos, como si la barrera aún existiera. Intrigados, los científicos del Parque Nacional de Baviera y de la República Checa colocaron collares GPS a decenas de ciervos y los siguieron durante años. El resultado fue asombroso. Los animales, nacidos mucho después del desmantelamiento de la valla, jamás cruzaban la antigua frontera. Sólo un par de machos, uno alemán y otro checo, se atrevieron ocasionalmente a explorar el otro lado, pero siempre regresaban.

Las hembras más conservadoras ni siquiera lo intentaban. ¿Cómo es posible que animales sin memoria de la guerra, ni de la valla, sigan respetando una frontera que ya no existe? La respuesta parece estar en la tradición animal. Los ciervos aprenden de sus madres los caminos seguros y generación tras generación repiten los mismos trayectos, evitando instintivamente los lugares prohibidos. Pero esa es la teoría científica. Otra dice, más inquietante, que había experimentos secretos llevados a cabo durante la Guerra Fría en la zona, con el objetivo de estudiar el comportamiento animal y el control mental.

Según esta leyenda, los ciervos habrían sido objeto de experimentos para inducirles miedo y aversión a ciertos lugares, y aunque la valla haya desaparecido, la programación mental persistiría en las generaciones sucesivas. ¿Se hizo esto también en personas? ¿Aún seguimos con la mente puesta en la Guerra Fría? ¿Somos como aquellos ciervos? Muy buenas a todos, menuda historia. Bienvenidos a Echos de lo Remoto. Esto da mucho que pensar, ¿verdad? Hoy vamos a adentrarnos en esa etapa, que tiene muchos enigmas, en esas sombras que todavía quedan de un conflicto que sin duda marcó el siglo anterior, el siglo XX, pero que su larga sombra podría llegar hasta nuestros días.

La Guerra Fría, un enfrentamiento ideológico, político, económico, social, militar, tecnológico, propagandístico, que puso al mundo al borde del final, al borde de un abismo nuclear