Misterios On Air T9x23: Espiritismo y mancias extrañas

Buenas tardes y bienvenidos al mundo de Misterios on Air.

En cada programa intentaremos desvelar nuevos misterios, desde desapariciones inexplicables hasta lugares encantados.

Cada historia nos llevará más allá de lo visible y hacia lo desconocido, que es real y que es imaginación.

En el mundo de los misterios nada es lo que parece y todo es posible, pero siempre basados en la historia real, en las leyendas y, por supuesto, en este mundo tan mágico como es el misterio.

Esta semana vamos a investigar a un señor que ahora le presentaré, que tengo a mi izquierda, mancias extrañas y espiritismo también.

Buenas tardes, Antonio.

Hola, buenas tardes, Blanca, compañeros.

Fermín, digo Fermín, no, que Fermín no está, es que estoy esperando a que se conecte, que creo que se está conectando.

Pero has adivinado que venía.

Mira, espiritismo puro.

Preconición, Blanca.

Buenas tardes, Fermín.

Hola, qué tal, muy buenas tardes.

Te oigo muy bajito, a ver si lo suben un poquito más.

A ver, ¿qué tal ahora? Ahora mejor, muchas gracias.

Buenas tardes a todos, Miguel, un abrazo, ¿qué tal todo? Buenas tardes, un abrazo muy fuerte para ti, Fermín.

Bueno, que quería dar la sorpresa, que no le he presentado todavía.

Siempre me hace poli.

Puede ser Miguel Arcángel, puede ser Miguel Indurá, puede ser muchísimo Miguel.

Fermín, ponte una luz porque es que estás color pitufo.

Sí, azul.

Estás azul completamente.

O te has hecho de avatar.

Tendría que utilizar otro aparato y no puedo.

Jaime, buenas tardes.

Nosotros lo dejamos pitufeado.

Jaime, buenas tardes.

Buenas tardes.

Bueno, tenemos aquí como invitado, un invitado especial a Juan Miguel Fernández, presidente de la Asociación Espírita de Madrid.

Buenas tardes, Juan Miguel.

Buenas tardes, Blanca, y buenas tardes a todos aquellos que nos van a escuchar en este día, dándole las gracias por la atención que nos van a dispensar de soportarnos en estas dos horas.

Muchas gracias a ti por venir, porque cada vez que te llamo es que dices lo que quieras.

Naturalmente, estamos para divulgar el conocimiento.

Muchísimas gracias, Juan Miguel.

Hoy sobre todo vamos a hacerte preguntas que van a ser un poco...

Estoy dispuesto a todo.

¿Estás dispuesto a todo? Ten en cuenta que siempre estoy acompañado.

Ahí no digas esas cosas que se te ponen la carne de la luna.

Claro, claro, claro.

¿Vale? Claro.

Y lo haces tú en este instante también.

Sí, sí.

Así es, así es.

Sí.

Sí.

Mira, más gallina todavía.

Por eso argumentáis tan bien.

Luego estamos el pobre Jaime y yo aquí.

Vosotros no precisáis porque tener mucho conocimiento de todas las cosas.

Nosotros necesitamos apoyo espiritual para llevar adelante todo aquello que queremos decir.

¿Y en serio que le tengo? Sí.

¿Tengo a esa persona aquí a mi lado? Allí, en aquel lado.

¿Aquí? Exactamente.

¿Es hombre o mujer? No, una señora.

Ay, será mi abuela, que siempre me ha apoyado mucho con estos temas.

Y yo no tengo ni perrito que me ladre.

No hace falta.

A ti no te hace falta.

A mí, a mí.

Abuela, si eres tú, muchas gracias.

Vino y se fue.

¿Se ha ido? Claro.

¿Porque me he dirigido a ella? No, porque tienen cosas que hacer los espíritus en el otro lado de la vida.

Joder.

¿Y por qué? Bueno, si viene un señor avísame.

Bueno.

Avísame, por favor, porque ese será mi padre.

Bueno.

Vale.

Bueno, este programa ya empieza calentito, de verdad, ¿eh? Porque además recuerdo una vez que viniste a la otra emisora donde estábamos hace años.

Sí, sí.

Que estábamos hablando de la ouija.

Y empezamos a hablar de la ouija y tal, y dijiste, no se me olvida, no sé si tú te acordarás, dijiste, vamos a parar porque el ambiente aquí dentro está demasiado denso.

Sí, es así.

Y tuvimos que parar el programa.

Mira, Blanca, cuando se habla de cosas tan inferiores o de tan baja vibración, se crea un ambiente muy negativo.

Tan negativo que muchas de las veces por los micrófonos no funciona, se corta el canal, los auriculares no se perciben, etcétera, porque hay entidades espirituales que lógicamente no desean, no desean que hablemos cosas tan inferiores.