Misterios revelados: Estructuras misteriosas · Tesoros ocultos

Los misterios pueden estar enterrados en cualquier parte, bajo tierra, bajo el mar, o incluso justo bajo nuestros propios pies.

Y cuando los descubrimos, a veces lo que encontramos puede cambiar la historia.

Hoy, estructuras misteriosas.

Desde una extraña reliquia bajo las calles de Manhattan, esta madera coincide con la del otro proyecto de construcción muy conocido.

Hasta una maravilla submarina.

Todos hemos oído hablar de la Atlántida, pero hay otra ciudad mitológica perdida.

Pasando por una sociedad desaparecida hace mucho tiempo y desenterrada por la propia naturaleza.

Es el yacimiento neolítico mejor conservado de todo el Reino Unido.

Acompáñanos, porque nada permanece oculto para siempre.

Misterios revelados con Danny Trejo.

Estructuras misteriosas.

En los años 90, mientras Bruno Kovacecki y su padre estaban de excursión cerca de Bruniquel, Francia, notaron una corriente de aire saliendo de lo que parecía una madriguera.

Bruno comenzó a obsesionarse con averiguar de dónde salía aquel aire.

Los fines de semana y durante las vacaciones, recorrió en bicicleta casi 20 kilómetros hasta que encontró el lugar y comenzó a excavar.

El túnel era muy estrecho, justo del tamaño de su cuerpo.

Tenía que excavar y luego girarse para tirar la tierra atrás.

Tras varios meses, consiguió avanzar unos 12 metros.

¿Y qué se encontró? Una enorme roca que le bloqueaba el paso.

Por supuesto que le hubiese encantado romper la roca con un mazo, pero no tenía espacio.

Así que, en su lugar, la picó con un martillo durante semanas.

Bruno logra abrir un pequeño hueco que al menos le permite arrodillarse.

Pero aún le queda mucho y sigue excavando durante meses.

Acaba abriéndose paso hasta un corredor y una zona lo bastante grande como para ponerse de pie.

Hay estalactitas y estalagmitas. Es como un mundo alienígena.

En el centro de esa gran sala subterránea, Bruno ve algo que no debería estar ahí.

Lo que acaba de descubrir son unas ruinas.

Hay dos círculos formados por 400 estalagmitas colocadas intencionadamente en el suelo y con una forma muy parecida al símbolo del infinito.

Al examinarlas más de cerca, comprueba que las estalagmitas estaban rotas e incluso algunas habían sido expuestas al fuego antes de colocarlas.

Habían añadido piedras como soporte.

Otras estalagmitas estaban apiladas, posiblemente para usarlas en un futuro.

Estaba clarísimo que aquello era obra de la mano del hombre.

Bruno no sabe cuántos años tienen lugar, pero sí que él es la primera persona en entrar allí en muchísimo tiempo.

En busca de más información sobre su increíble hallazgo, Bruno llama al arqueólogo François Rissoud.

Cuando Rissoud entra en la cueva y ve aquella estructura de piedra, se queda sin palabras.

Coincide, no es natural, lo ha hecho el ser humano.

Dispersos entre las estalagmitas hay huesos de animales y Rissoud decide hacerles una datación por carbono.

Las pruebas indican que los huesos tienen unos 50.000 años de antigüedad.

Las investigaciones en la cueva de Bruniquel se paralizan durante los siguientes 15 años, pero en 2014 la geóloga belga Sophie Bergen decide continuarlas.

Hay algo que no la deja tranquila.

Sabemos la antigüedad de los huesos, pero ¿cuándo se rompieron las estalagmitas? Así que decide tomar muestras para averiguar cuándo fueron fracturadas para formar esos dos círculos.

Cuando llegan los resultados, se queda atónita.

Las estalagmitas se rompieron hace unos 176.000 años.

Eso convierte el hallazgo de la cueva de Bruniquel en la estructura artificial más antigua jamás descubierta.

Y eso significa que estas estructuras se construyeron 130.000 años antes de que nosotros, los Homo sapiens, estuvieran en la zona, así que no pudieron ser los autores de estos emplazamientos.

Increíblemente, los científicos creen que fueron los Neandertales.

Los Neandertales, junto con otro antiguo grupo asiático llamado los Denisóvanos, son nuestros parientes humanos más cercanos.