
Description of Las mujeres y el campo
En esta emisión conversamos con Vicenta Hilaria Ayala Velasco, mujer campesina, originaria de San Vicente Nuñú, de la Mixteca oaxaqueña. Ella nos comparte cómo ha cambiado la forma de sembrar con el paso del tiempo, y cómo esto se ha visto afectado con el cambio climático.
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Feminismos, diversidades, sexualidad, derribando el machismo.
Este es un espacio para construir relaciones democráticas entre mujeres y hombres.
Hablemos, con todas sus letras, dialoguemos para la igualdad.
Hola, querida audiencia, les saluda Elizabeth Mosqueda Rivera.
Les damos la bienvenida a una emisión de Con todas sus letras, dialoguemos para la igualdad.
Hola, Daniel.
Hola, Eli, saludamos con mucho cariño a las personas que nos sintonizan.
También mandamos todo nuestro agradecimiento afectuoso a las compañeras y compañeros de las radios locales, comunitarias y ciudadanas por las que se transmite este programa.
Con todas sus letras es una producción radiofónica de Consorcio Oaxaca, organización civil feminista que defiende y promueve el respeto a los derechos humanos de las mujeres y las juventudes.
Les dejamos nuestros datos para que puedan hacernos llegar sus comentarios y sugerencias.
En Facebook nos encuentra como Consorcio Oaxaca.
En el WhatsApp estamos en el número 951-5704-566.
Les contamos que tuve el gusto de poder platicar con Vicenta Hilaria Ayala Velasco, mujer campesina originaria de San Vicente Núñez, en la mixteca oaxaqueña.
Con ella platiqué sobre cómo ha cambiado la forma de sembrar con el paso del tiempo y también cómo esto se ha visto afectado con el cambio climático y la dominación en las ciudades de los alimentos ultraprocesados.
No se pierdan esta conversación, acompáñennos hasta el final del programa.
Las mujeres que viven en localidades rurales representan una cuarta parte de la población mundial.
Ellas producen el 50% de los alimentos que consumimos, por lo que contribuyen a la seguridad alimentaria, ya sea en la siembra, el proceso de transformación o preparación de los alimentos.
Estos datos los hemos encontrado en informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO por sus siglas en inglés, realizados en el 2020.
A pesar del gran aporte que realizan el acceso en igualdad de condiciones a los recursos, bienes y servicios necesarios para tener una vida en bienestar, es un tema pendiente.
No todas ellas reciben ingresos monetarios por las actividades que realizan y en gran parte de estos trabajos son considerados como un apoyo, invisibilizando la gran labor diaria de las mujeres rurales.
Hablamos de que en México, según datos del Inegi, para el 2020 hay 64.5 millones de mujeres, el 21.1% habitan en localidades rurales, además de los 11.4 millones de hogares que son jefaturados o encabezados por una mujer en el país.
El 16.2% se ubica en una zona rural vinculado a la migración en busca de empleos que realizan los hombres.
El reto del futuro es lograr la igualdad de acceso de las mujeres a los recursos para producir alimentos, así como para mejorar su poder adquisitivo en la compra donde no se producen y de esta manera fortalecer su autonomía.
Buenas noches.
Buenas noches.
¿Cómo está, doña Vicenta? Bien, gracias.
Qué bueno.
Queremos preguntarle para la audiencia de Con todas sus letras dialogamos para la igualdad.
¿Cuál es su nombre? ¿Cuál es su edad? ¿La comunidad en donde usted vive? Yo pertenezco a la comunidad de San Vicente Nuño que pertenece al distrito de Tepozcolula y mi nombre es Vicenta Hilaria Ayala Velasco. Tengo 74 años.
Oiga, compártanos un poquito con las personas que nos están escuchando y que no pueden ver San Vicente.
¿Cómo es San Vicente y qué es lo que más le gusta del pueblo? Mi pueblo, pues como es mi pueblo, es muy bonito. Para mí es lo máximo.
Tenemos mucha vegetación. La mayoría trabaja el campo y pues somos gente humilde.
A lo mejor más gente campesina que solo su primaria tiene, algunos secundaria y pues uno que otro que se va a estudiar, pero están fuera del pueblo.
No están acá y nos dedicamos al campo, pero es muy bonito.
Tenemos agua y tenemos una ranchería que se llama Anama, que pertenece al pueblo y está muy bonito. Hay mucha vegetación, hay agua, agua de riego.
Nosotros los que sembramos y nos dedicamos al campo, pues nos hace mucha falta el agua y regamos para sembrar nuestras milpas.
Que sembramos maíz, frijol enredador, le decimos acá, habas, alfalfa y cristo.
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