

Description of Mujeres de Campoo: segunda píldora
Este proyecto nace de Asamblea de Cooperación por la Paz, lo ha realizado la Asociación de Mujeres Arquia en colaboración con El Faradio y lo ha subvencionado el Gobierno de Cantabria a través de la Dirección General de Cooperación al Desarrollo, perteneciente a la antigua Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte.
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Promoción de la cultura de cuidados en Campo los Valles, un proyecto elaborado por Asamblea de Cooperación por la Paz, ejecutado por la Asociación de Mujeres Arquia y subvencionado por la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, a través de la Dirección de Cooperación al Desarrollo. Bienvenidas a las Voces de Campo, un espacio donde las mujeres rurales comparten sus historias y experiencias sobre el peso de los cuidados en sus vidas, donde exploraremos cómo el papel de la mujer en el ámbito rural se entrelaza con la responsabilidad de cuidar a la familia, la comunidad y el entorno.
¿Puede España presumir de una conciliación familiar, laboral y personal que ofrezca pocos perjuicios económicos o profesionales? No, yo creo que no.
¿Y qué relación tiene la conciliación con la natalidad? Mucha. Al no tener conciliación con la empresa y las personas con los nacimientos, pues no pueden nacer hijos. No podemos tener los hijos que queremos porque, lo primero, no tenemos conciliación con el trabajo y, lo segundo, la vida está tan sumamente cara para todo que no puedes dar ni educación ni nada, como antes una familia tenía cinco hijos, siete, seis, cuatro.
Ahora con uno no dan facilidades. Hay gente que quiere tener más hijos y no puede porque, a ver, mandan al niño, hoy mismo lo hablábamos, que el que entra a las seis de la mañana, ¿quién manda a cuidarte el niño a las seis de la mañana? Porque hay lo de madrugadores a las ocho de la mañana, pero de seis a ocho ese niño tiene que estar con alguien. Con los abuelos.
Con los abuelos, o un apoyo o contratas una persona, pero claro, ¿se puede permitir una familia de España contratar una persona para que esté de seis de la mañana a ocho para llevar al niño al cole? No, hoy una familia joven en España les viene justo con los dos trabajos, poderse meter a una hipoteca si se la dan para la vivienda, como para meter a alguien en casa que les cuide los niños.
La gente que no tiene los abuelos al lado, o una persona, lo tiene muy mal, muy difícil.
¿Percibisteis que había un apoyo de comunidad? Como bien has dicho, en tu casa pasaba el paraguas.
O sea, me imagino que era fácil decirle a cualquiera, pues, dame un litro de leche que ahora no tengo. En los pueblos yo creo que todo el mundo, salvo que tuvieras algún vecino que tal, bueno, incluso si estábamos trillando, acababas de trillar tuyo y metían las vacas al del vecino para ayudarles a que trillaran, o estaban cargando un carro de hierba tuya, la habías cargado, les ayudabas a cargarle, o sea, era, yo, mira, es más, recuerdo mi madre que decía, si era bonito, si era bonito, y yo decía, ¿cómo va a ser bonito trabajar? Y me decía, era bonito, íbamos con un delantal limpio, nos cruzábamos por el camino, ya vas, ya vuelves, ya tal, pero con una alegría, con una… Es cierto, es cierto. Y yo lo recuerdo de como mi madre me lo contaba, yo decía, ¿cómo puede decir esta mujer que es bonito ir a hierba, con el calor que hace? Sí, pero esos días que daba agua, que decías, uy, al vecino se le va a mojar la hierba, a los compañeros para allá, a meterlo corriendo para que no se le mojase.
Había más compañeros que en las casas. Nosotros salíamos de casa y ahora… Las casas abiertas.
Todas las casas abiertas.
Sí, sí, sí.
Pero, de par en par, o sea, que ni pensabas que el vecino… Nada de nada, vete ahora.
¿Y había alguna institución que os acompañase en el apoyo comunitario o el apoyo de los cuidados? No.
Nada.
A caer.
Aprendías de la vecina, la vecina aprendía de ti, sí.
Un día te salía mal, a la vuelta siguiente igual te salía mejor, poco a poco.
Porque yo cuando me casé, no, aún nunca había cocinado, pues eso, lo que vas viendo el día a día.
Y preguntando.
¿Cómo comenzasteis a asumir las responsabilidades del cuidado en vuestras vidas? O sea, ¿cuándo os tocó? ¿De niñas, de mayores?