Mujeres de Campoo: sexta píldora

Promoción de la cultura de cuidados en Campo Los Valles, un proyecto elaborado por Asamblea de Cooperación por la Paz, ejecutado por la Asociación de Mujeres Arquia y subvencionado por la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, a través de la Dirección de Cooperación al Desarrollo.

Bienvenidas a las Voces de Campo, un espacio donde las mujeres rurales comparten sus historias y experiencias sobre el peso de los cuidados en sus vidas, donde exploraremos cómo el papel de la mujer en el ámbito rural se entrelaza con la responsabilidad de cuidar a la familia, la comunidad y el entorno.

Íbamos a la hierba, ayudábamos a los padres, entonces nosotros ni aprendimos a patinar ni todas esas cosas de las ciudades, pero vamos, que teníamos otras cosas estupendas.

Con tu respuesta te me has adelantado, ¿qué labores teníais siendo pequeñas? ¿Alguna labor en casa tenías? Bueno, pues ayudábamos en casa, en todo lo que la gente decía, ¡ay, a eso se le caen los anillos por ir a la hierba! Íbamos a todo, a las patatas, a hierba, a seda, a todo, a las ovejas, a todo, y éramos pues felices, o sea que sin más problemas, trabajos, todo.

¿Y en casa? Yo en casa, concretamente, pues mi madre no me dejaba fregar, tenía que hacer lo demás, las habitaciones, pero fregar no me dejaba.

Se le estropeaban las uñas, las manucas.

Pues ahora mismo lo tenemos todo ocupado con la asociación.

Muchos días el vago.

Que no hacemos el vago, si nosotras nada más el 10 de octubre tenemos, salvo los miércoles, todos los días ocupados.

Bueno, yo cuando empezamos esto, yo digo, no me he dado sin la vida.

Si solo tenemos ese periodo estival, el resto, ocupado.

Todos los días, a veces ya se hace pesado y dices, quiero estar un día entero en casa.

Ah, yo no, yo en casa quiero estar.

Yo en casa no quiero estar.

Os iba a preguntar que si tenéis actividades de ocio, pero ya veo que sí.

Lo que no tenéis tiempo es para ocurriros.

Y en lo rato vamos a cuidar a algún nieto.

A los nietos, eso es.

En lo que está en casa, sí, pero sale mucho, ya te digo, las mañanas, todas las mañanas.

Sí, pero ya estás diciendo, puede ayudarme.

No hacemos esas cosas.

Sí, me adelantas todo el rato.

Así de a gusto.

Y luego cuando comemos, él recoge.

Y yo ya friego los cacharros o les meto a...

Es que seguimos con la cosa de que nosotras tenemos que ser las primeras, de que nos ayudan, de que nos ayudamos, así no hago falta.

Todavía le decía, vete a tirar la basura.

Dice, sí hombre, y ya te has sacudido los repudos.

Como que habría hecho mucho, ¿verdad? Que me adelantabas, esto es algo que yo comento en todas las entrevistas que hemos hecho, que yo me incluyo, que seguimos con el concepto de que ellos nos tienen que ayudar.

No me tienes que ayudar a nada, es que esto es tuyo y es mío.

Entonces no me tienes que ayudar a nada, igual que yo no te ayudo a nada.

A mí me dicen, te he hecho no sé qué.

Y digo, ¿qué me has dicho? Y dice, que te he hecho no sé qué, lo que sea.

Y digo, no, lo has hecho, pero a mí no me lo has hecho, que eso es de los dos.

¿Tenéis una red social de apoyo que os sostenga? Entre nosotras, sí, claro.

Tenemos una asociación de la cual nos lucramos de poder estar todas las tardes, o casi todos los días que queremos, porque es así, los días que hemos marcado, para hacer reuniones, manualidades, gimnasia, psicología, yoga, lo que queramos.

En nuestro caso también, sí, igual.

Nos reunimos ciertos días que ya tenemos ahí designados y sí, todo igual.